DISCO: HORTZAK ESTUTURIK
AUTOR: SU TA GAR
PRIMERA EDICIÓN: 1992
AUTOR: SU TA GAR
PRIMERA EDICIÓN: 1992
Tras un inmejorable debut con “Jaiotze basatia” Su Ta Gar se sacaron de
la manga este trabajo allá por el año 1992. Después de habernos brindado
himnos como “ Jo Ta Ke”, “ Mari” o la velocísima “ Begira”, pocos
pensaban que podrían superar lo hecho con anterioridad. Pero cuán
equivocados estábamos todos al ver el resultado de tamaña obra de
estudio.
Y como el que avisa no es traidor, colgaron en la portada su propia versión del cartel que reza en la puerta de las casas “ cuidado con el perro”: un lobo con el hocico arrugado en señal de ataque frente a otro en posición sumisa era su forma de avisar a cualquiera que estuviese al otro lado que iban en serio, que no se andaban con rodeos ni medias tintas.
No es tan fiero el lobo como lo pintan, dirían algunos al ver cómo empieza el redondo: unas gotas de lluvia golpeando el suelo al caer, haciendo coros a los riachuelos que éstas forman en el asfalto; interrumpiendo la sinfonía un solitario piano tocado por alguien resentido y triste; de repente una guitarra distorsionada torna la tristeza en ira durante unos segundos, con apenas unos acordes y acompañada por una batería... y otra vez vuelve a apenarnos una guitarra acústica, envolviendo a otra que mediante un punteo limpio que llora las notas nos cuenta el porqué de su soledad y su dolor.
...Pero poco tarda el lobo en enseñarnos los dientes. El bajo, que más que tocado es aporreado con fuerza y roto por un grito de guerra, no es sino toda una declaración de principios e intenciones que se alargarán durante toda la escucha del disco. Comienza la canción propiamente dicha y nos encontramos con una voz que recuerda, cargada de fuerza y prácticamente hablando más que cantando, cómo somos: “ Musika gogorki, burua astinduz”... “ La música alta, agitando la cabeza” . Estamos ante un tema con un riff principal muy marcado y definido, llevando todo el peso de la canción sobre sus hombros, pero con cambios de ritmo en el estribillo, recordando que el disco rezuma cierto olor a Thrash Metal. Sin duda alguna el comienzo del disco deja claro que esta gente tiene sentimiento a raudales, pero que no dudan en enseñar los dientes si es eso lo que el público busca. Los temas son “Ekaitza eta barealdia” y “Azkar zuregana”, respectivamente.
Tras éstos vendrán “Nazka”, “Arbasoen mendekua” o “Amaren negarra”, que continúan con la ya citada reminiscencia Thrash, pero con algunas partes a medio tiempo, acústicas o solos de guitarra llenos de profundidad. Todo ello ideado con un gusto musical tal que hace que los temas sean perfectos tal y como están concebidos: no hay ninguna imperfección, nada que matizar... Así se compusieron, así fueron grabados y así deben ser escuchados.
Confirmando esto le toca turno a “Eguen bat”, que así se llama el corte que llega a continuación. Podría calificarse como una pieza exhortativa, que obliga a moverse y no parar. Esto es sólo el principio, porque después Aitor empieza a recitar velozmente la letra, cantando las líricas como si de un Punkie se tratase: a toda velocidad y sin tiempo para coger aire.
Los temas posteriores son auténticos himnos, muy bien conducidos y ejecutados. Tras la primera escucha tratas de buscar ese ritmo, ese cambio de guitarra o ese armónico cuando el Compact llega al final, intentando encontrarlo de nuevo... Y si no, quedaos con los nombres de “Suak pizturik dirau” o “Laga dana”. Le llega el turno a un tema que ya con el nombre te deja muy claro que lo devora todo a su paso “Fagocitosia” ( fagocitosis en castellano). En cuanto suena la guitarra ya sabes que algo grande se acerca y cuando a ésta se une una batería conducida por el no muy popular cencerro te haces cargo de que lo que intuías es inminente. A la primera empiezas a mover la cabeza de arriba a abajo, siguiendo a esa guitarra rítmica tan marcada, con un sencillo riff que emana de la imaginación de su compositor con gran facilidad, y ayudado por unos sencillos acordes que van a más paulatinamente.
“Itxaropena” es una balada realmente conocida en el País Vasco, aunque, como Su Ta Gar, no lo es tanto en el resto del territorio de forma injusta; probablemente debido a prejuicios derivados del idioma o de otros menesteres que ahora mismo nada tienen que ver con el aspecto puramente musical y donde me gustaría no entrar: Ya se encarga de eso gente mal informada con el único propósito de desvirtuar todo aquello con lo que no están de acuerdo, sin ni siquiera dar la oportunidad de defenderse en el mismo medio donde proclaman sus pensamientos a las personas que se ven involucradas en su cruzada o quema de brujas maquinadas a partir de rumores...
Para terminar el disco dos canciones con mucha miga: “Txapela buruan eta ibili munduan” y la fantástica “Noiz arte”... La primera se podría traducir como “Andando por el mundo con la txapela puesta” y la siguiente, como todos sabemos a estas alturas, por tristes circunstancias
“¿ Hasta cuándo?”.
No dejéis de escuchar esta obra tan bien engendrada, escrita y ejecutada. Desborda Chispa Y Fuego.
Xentrix - 12/11/04
Y como el que avisa no es traidor, colgaron en la portada su propia versión del cartel que reza en la puerta de las casas “ cuidado con el perro”: un lobo con el hocico arrugado en señal de ataque frente a otro en posición sumisa era su forma de avisar a cualquiera que estuviese al otro lado que iban en serio, que no se andaban con rodeos ni medias tintas.
No es tan fiero el lobo como lo pintan, dirían algunos al ver cómo empieza el redondo: unas gotas de lluvia golpeando el suelo al caer, haciendo coros a los riachuelos que éstas forman en el asfalto; interrumpiendo la sinfonía un solitario piano tocado por alguien resentido y triste; de repente una guitarra distorsionada torna la tristeza en ira durante unos segundos, con apenas unos acordes y acompañada por una batería... y otra vez vuelve a apenarnos una guitarra acústica, envolviendo a otra que mediante un punteo limpio que llora las notas nos cuenta el porqué de su soledad y su dolor.
...Pero poco tarda el lobo en enseñarnos los dientes. El bajo, que más que tocado es aporreado con fuerza y roto por un grito de guerra, no es sino toda una declaración de principios e intenciones que se alargarán durante toda la escucha del disco. Comienza la canción propiamente dicha y nos encontramos con una voz que recuerda, cargada de fuerza y prácticamente hablando más que cantando, cómo somos: “ Musika gogorki, burua astinduz”... “ La música alta, agitando la cabeza” . Estamos ante un tema con un riff principal muy marcado y definido, llevando todo el peso de la canción sobre sus hombros, pero con cambios de ritmo en el estribillo, recordando que el disco rezuma cierto olor a Thrash Metal. Sin duda alguna el comienzo del disco deja claro que esta gente tiene sentimiento a raudales, pero que no dudan en enseñar los dientes si es eso lo que el público busca. Los temas son “Ekaitza eta barealdia” y “Azkar zuregana”, respectivamente.
Tras éstos vendrán “Nazka”, “Arbasoen mendekua” o “Amaren negarra”, que continúan con la ya citada reminiscencia Thrash, pero con algunas partes a medio tiempo, acústicas o solos de guitarra llenos de profundidad. Todo ello ideado con un gusto musical tal que hace que los temas sean perfectos tal y como están concebidos: no hay ninguna imperfección, nada que matizar... Así se compusieron, así fueron grabados y así deben ser escuchados.
Confirmando esto le toca turno a “Eguen bat”, que así se llama el corte que llega a continuación. Podría calificarse como una pieza exhortativa, que obliga a moverse y no parar. Esto es sólo el principio, porque después Aitor empieza a recitar velozmente la letra, cantando las líricas como si de un Punkie se tratase: a toda velocidad y sin tiempo para coger aire.
Los temas posteriores son auténticos himnos, muy bien conducidos y ejecutados. Tras la primera escucha tratas de buscar ese ritmo, ese cambio de guitarra o ese armónico cuando el Compact llega al final, intentando encontrarlo de nuevo... Y si no, quedaos con los nombres de “Suak pizturik dirau” o “Laga dana”. Le llega el turno a un tema que ya con el nombre te deja muy claro que lo devora todo a su paso “Fagocitosia” ( fagocitosis en castellano). En cuanto suena la guitarra ya sabes que algo grande se acerca y cuando a ésta se une una batería conducida por el no muy popular cencerro te haces cargo de que lo que intuías es inminente. A la primera empiezas a mover la cabeza de arriba a abajo, siguiendo a esa guitarra rítmica tan marcada, con un sencillo riff que emana de la imaginación de su compositor con gran facilidad, y ayudado por unos sencillos acordes que van a más paulatinamente.
“Itxaropena” es una balada realmente conocida en el País Vasco, aunque, como Su Ta Gar, no lo es tanto en el resto del territorio de forma injusta; probablemente debido a prejuicios derivados del idioma o de otros menesteres que ahora mismo nada tienen que ver con el aspecto puramente musical y donde me gustaría no entrar: Ya se encarga de eso gente mal informada con el único propósito de desvirtuar todo aquello con lo que no están de acuerdo, sin ni siquiera dar la oportunidad de defenderse en el mismo medio donde proclaman sus pensamientos a las personas que se ven involucradas en su cruzada o quema de brujas maquinadas a partir de rumores...
Para terminar el disco dos canciones con mucha miga: “Txapela buruan eta ibili munduan” y la fantástica “Noiz arte”... La primera se podría traducir como “Andando por el mundo con la txapela puesta” y la siguiente, como todos sabemos a estas alturas, por tristes circunstancias
“¿ Hasta cuándo?”.
No dejéis de escuchar esta obra tan bien engendrada, escrita y ejecutada. Desborda Chispa Y Fuego.
Xentrix - 12/11/04
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