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jueves, 12 de septiembre de 2013

Esos pantalones

Haciendo limpieza en casa con motivo de... bueno: con motivo de una necesaria purga de objetos viejos y obsoletos que estaban guardados, he encontrado un filón de camisetas raídas, cintas de VHS, carpetas y demás memorabilia. Como es lógico, no todo fue a la basura. Una parte de las cosas que estaban guardadas en cajas estaban ahí con un propósito: conservarse del paso del tiempo. Las camisetas han ido a la basura, porque estaban agujereadas y la impresión ya casi no se dilucidaba. El caso es que, en un armario, sin la finalidad de no esconderlo demasiado, recordé que había una joya, que ha despertado un talento inútil oculto y que quiere despertar del letargo.

El pantalón fue comprado en El Rastro de Madrid, con el propósito de resguardarme del frío en las acampadas y campamentos y aprovechando la coyuntura para vestirme de forma un poco beligerante.
En una tarde de aburrimiento, cogí una chaqueta, también del mismo estilo, pero verde uniforme, sin trazas de camuflaje, y dí rienda suelta a la imaginación.
Con el tiempo pensé que sería buena idea hacer lo mismo con los pantalones, y comencé una pernera. Luego la otra. Y después encadené diseños, según me venía en gana. Considero que no están en absoluto terminados, pero llevan así la friolera de veinte años y no veo que continuar tenga sentido.
Tal vez empezar otros, sí.
Aunque ir de camuflaje está de moda, tal vez no elegiría ese estampado ni esa prenda. Tal vez una chaqueta lisa, un tres cuartos o una parka.




Empecé haciendo el logo de Metallica y pensé que en la otra pierna lo suyo era hacer el de Megadeth, por varios motivos. Primero porque ambas me gustaban mucho por aquel entonces y segundo porque el equilibrio simétrico me llamaba sobremanera.
Es evidente que el tamaño y el posicionamiento rompe esa simetría, y es algo en lo que no caí desde un principio. O no me dí cuenta. O me dió igual. No lo recuerdo.
Lo importante es que los diseños quedaron muy bien y con el paso del tiempo no se han deteriorado demasiado. También es cierto que no los he lavado y sólo los usé una única vez.



Visto ahora, tal vez la zona de la derecha no haya quedado perfecta en el difuminado. A día de hoy, creo que me habría quedado mejor si lo hiciese de nuevo. Pero he de reconocer que el resultado me gusta. Probablemente ahora elegiría el diseño de Master of Pupets para el logo, ya que es más fácil de realizar e incluso corregir defectos, ya que todo gira en torno a tonalidades de blanco.


El logo de megadeth quedó mejor, ya que fue el segundo y la técnica había mejorado con la práctica. También es cierto que el degradado es más sencillo. Viéndolo ahora, tal vez habría hecho la mano de Vic Rattlehead más grande o simplemente, no habría dibujado la mano. No sé.
En parte me gusta, pero por otro lado parece un poco fuera de contexto. 




El logo de Skid Row es sencillo y creo recordar que tardé poco en hacerlo. Basta con hacer las letras por encima e ir, poco a poco, atinando. Una vez terminado el color rojo, se bordea con una fina línea blanca. Los desconchones de la pared fue un añadido con cierto aire callejero.


Algo tenía que hacer de Sodom pero, tras realizar el logo de Metallica, no quería trabajar tanto el color azul en degradados y, por el tamaño, hacer un motivo de Agent Orange era muy arriesgado. En la chaqueta ya hice alusión a Better off Dead, de modo que continué con el azul.
No me convence mucho el resultado, porque me da la sensación de que no está todo lo conseguido que podría. Pero está bien.

En pleno año de Demanufacture, Fear Factory estaba en mis auriculares día sí, día también. El logo está hecho un poco a ojo, porque es evidente que no tiene demasiadas posibilidades. Es sencillo y no tiene más que un único color.
De modo que lo adorné con un código de barras que quedó demasiado pequeño.

No entiendo cómo no se me ocurrió hacer la fantástica portada de las costillas enfrentadas al código de barras... es incluso digno de un tatuaje. Y grande.
Me gusta la simbología y el paradigma que encierra el concepto.
En cualquier caso, a día de hoy, Fear Factory, no me inspira tanto.



Como ya digo, han pasado veinte años, y a día de hoy, Overkill tendría su pernera entera. Esto es así.
Lo que no haría sería el fuego. Queda muy bien y lo que es el fuego en sí, no quedó mal del todo. Lo que pasa es que, en este caso, habría hecho la calavera con las alas. Como es lógico, supongo que en aquella época también se me pasaría por la cabeza, pero al ser un pantalón con tantos tonos oscuros, no se habría apreciado lo suficiente y habría perdido mucha visibilidad. Esa idea es para una cazadora vaquera, por ejemplo.
Y en toda la espalda, cual parche.

Demasiado pequeño, ¿verdad? Para ser lo que es, la verdad es que, cualquiera diría que sí. Pero también es cierto que lo compensa tanto colorido, que hace más visible.
En realidad, teniendo en cuenta cuándo se hizo y empecé (y dí por acabado) este pantalón, lo curioso es que Xentrix ya estaba ahí y estaba lo suficiente como para que tuviesen un lugar en el pantalón.
Esa es la lectura que se desprende.
Seguro que si la banda pudiese leer estas líneas, se sentirían orgullosos.




 Tal vez lo elegí por el color en tonalidades verdes, que seguían la línea de otros logos llenos de difuminados. Se nota que éste fue el último, porque es el más logrado. Los degradados están mejor conseguidos que los otros. Deduzco que con éste último diseño, dí por concluída la obra. Podría e, incluso diría, que debería haber continuado.
Si no seleccioné Walls of Jericho, es porque también lo había elegido para la chaqueta.



Visión frontal del pantalón.

lunes, 24 de junio de 2013

Megadeth - Th1rt3en - Review

DISCO: TH1RT3EN

AUTOR: MEGADETH

FECHA DE PUBLICACIÓN: 01 de noviembre de 2011

Megadeth - Th1rt3en


Una noche de insomnio para mí significa sentarme frente al ordenador para tratar de encontrar las palabras que dirijan el enfoque de esta crítica. Una noche de insomnio para Dave Mustaine, bien podría ser la forma de buscar un riff de guitarra para componer un tema.
Obviamente no es lo mismo. Yo sólo me siento frente al ordenador y tecleo. La búsqueda de palabras, sea la hora que sea, no es la misma labor que dar forma a un disco. La diferencia es que yo no soy más que un redactor que nadie conoce y Dave Mustaine es un músico mundialmente conocido. Mis palabras no llegarán a miles de personas. Con toda probabilidad, Th1rt3en sí lo hará.

Después de treinta años (que se dice pronto), una persona que está más que curada de espanto en el mundo de la música, sabe perfectamente lo que quiere su público. Hay que estar al pie del cañón si pretendes que tu nombre no caiga en el olvido y Megadeth es perfectamente consciente de que, a estas alturas, los experimentos, los cambios de rumbo o la búsqueda de nuevas experiencias musicales no llevan a ningún lado. Megadeth es Megadeth y carece de sentido hacer algo que no se adapte a lo que después de treinta años se ha ido forjando. Mustainte bien podría contratar a Shawn, David y Chris y formar una nueva banda para vender discos con otro nombre, componiendo canciones que nada tengan que ver con lo que la gente quiere de ellos y alejados del sello de Megadeth. Sería honesto, pero la ruina.
Otro enfoque sería componer la música que te apetece con el nombre de Megadeth y experimentar con nuevos sonidos… También sería honesto, porque un músico se ve obligado a expresar su creatividad componiendo, pero las críticas lloverían como agua de mayo.

Así que, qué mejor opción que sentarte junto a tu instrumento favorito, el que mejor dominas, y darle al público lo que quiere: Megadeth. Da igual si la inspiración llama a tu puerta. No la necesitas. La Musa es una compañera que sólo acompaña a músicos jóvenes. Es una amante fogosa que quiere sollozar junto a un lozano y sudoroso soñador idealista. Alguien con metas, ambiciones y la fama mundial como recompensa.
Cuando ya has conseguido todo eso, ¿quién se pasa veinticuatro horas al día pensando en música? Con toda probabilidad un músico que ya ha llegado a su cima profesional no se levanta por la mañana pensando en la canción perfecta, en el riff de guitarra que le consagre ni en la canción que le lance a la fama. Ya retozó con La Musa en su día y se dio cuenta de que con la edad una persona busca otro tipo de metas.

De ese modo, cuando te levantas por la mañana y tu trabajo se limita a ir a tu propio estudio de grabación, repasar material antiguo (una forma de llamar a La Musa) y componer nuevas canciones sin que se note demasiado que no hay nada nuevo en lo que estás haciendo porque, ¿qué coño? Haga lo que haga siempre va a haber alguien que encuentre el modo de criticar lo que hago: Si es repetitivo, porque es repetitivo; si no suena a mi estilo, porque engaño a la gente…
Y como esta fórmula me ha salido muy rentable últimamente, pues sería estúpido cambiarla, ¿no?

El disco en sí me ha sorprendido en cierto modo, porque pensaba que me encontraría con “más de lo mismo” y, aunque efectivamente es “más de lo mismo”, muchos temas en la onda “Rust In Peace”, con sonido “Youthanasia” y toques más alejados como en “Risk”, lo cierto es que después de escuchar los primeros acordes y una vez te adentras en “Th1irt3en”, es inevitable decir: “Joder, son Megadeth”. Tienen técnica, medios y aún queda algo de actitud… ¿No es cojonudo? Al margen de componer por encima de la línea ya dibujada, lo cierto es que hay detalles muy buenos, clichés que atraen y sabiduría técnica.
Yo me levanto por las mañanas, me preparo el café y me lo tomo, mientras esta gente saca un disco con esa misma facilidad. Impresionante.

Me gustaría pensar que en una futura gira la voz de Mustaine podría mejorar, pero a estas alturas prefiero centrarme en algo plausible, como es su nuevo disco y dejar para otro momento los imposibles. Una lástima, pero el tiempo pasa para todos. Al menos siguen siendo profesionales y no han perdido técnica.
Trece son los discos de estudio y trece son los nuevos temas de este disco: “Th1rt3en”. Trece.
La portada, no me gusta. Aunque lo cierto es que las portadas de Megadeth hace tiempo que dejaron de llamar mi atención. Lo importante del disco lo encontrarás en el interior.

Supongo que es de esperar que cualquiera que lea mi crítica sobre este disco piense que he hablado poco de la obra en sí y en cambio he escrito demasiado acerca de pensamientos furtivos. Lo entiendo. Es lógico, y no tengo miedo a que cualquiera lo exprese abiertamente. Al menos he de reconocer por mi parte que me ha inspirado lo suficiente para sentarme frente al ordenador, pensar, buscar las palabras y escribir algo que espero que alguien logre apreciar.
Lo verdaderamente importante, o al menos a la conclusión a la que he llegado, es que a día de hoy, si Megadeth saca un disco, las críticas hacia su música van a ser venir de uno u otro lado. En este caso, y bajo mi punto de vista, es que actualmente la directriz para componer se basa en discos como Endgame, United Abominations o System Has Failed. No hay nada nuevo, nada fresco ni original.
Si hubiese sido enfocado de otra manera, como ocurrió con discos como Cryptic Writings, Risk o The World Needs A Hero, otras voces se alzarían argumentando un cambio de rumbo…

La conclusión a la que se puede llegar, y permitidme una licencia filosófica, es que si nadie critica su primera etapa es porque precisamente es la primera etapa, y no hay con qué compararla. Se la toma como válida y es el punto de partida para desgranar el resto de su discografía. También hubo cambios entonces, pero el tiempo parece que ha disipado todas esas voces críticas; o a lo mejor es que ciertamente La Musa convivía con Megadeth; o es que el punto de vista años después es más o menos objetivo… o incluso deberíamos olvidarnos de lo que fue y centrarnos en lo que es.

Curioso: me apetece más pensar en cómo se debe sentir un músico como Dave Mustaine y lo que le rondará por la cabeza, que escuchar su último disco.



Xentrix - 07/11/2011

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lunes, 22 de abril de 2013

Overkill - Ironbound - Review

DISCO: IRONBOUND

AUTOR: OVERKILL

FECHA DE PUBLICACIÓN: 29 de enero de 2010

Overkill - Ironbound 
 

Los que más o menos me conocen pueden pensar que una nota de 8´5 en un disco de una de las bandas que más me han gustado desde que los conocí a los doce años con un trallazo como “Time To Kill”, es inercia pura y dura. Lo que tal vez no sepa esa gente es que desde que se editó “Necroshine” allá por el año 98, hasta “Immortalis” en el 2007, creo que Overkill no ha editado discos especialmente brillantes. Todos me gustan porque efectivamente es Overkill y los discos están bien, pero si de esos discos se hiciese uno sólo con los mejores temas, tendríamos como resultado “Ironbound”.

Dave Linsk entró a formar parte de Overkill en el año 1999 y Derek Tailer justo un año después. Overkill ha sufrido cambios constantes en la formación a lo largo de su historia, a excepción de los líderes Bobby Ellsworth y D.D. Verni, dueños y señores de Overkill y sin duda las señas de identidad de la banda: la voz y el bajo. Tras un período de adaptación, tanto Dave como Derek han conseguido que Overkill vuelva a ser una banda sólida y su trabajo deje de ser el de sustitutos por el de miembros.

“Ironbound” es un disco que ronda la perfección, desde el principio hasta el final. Temas de una calidad e inspiración excepcional, con riffs que hacen que los temas sean grandes y solos de guitarra de la vieja escuela: muy elaborados, con mucho gusto y gran técnica. “Ironbound” es un compendio de la Historia de Overkill, con un sabor que deja ese gusto de una mezcla perfecta de sus discos más clásicos. “The Green And Black”, primer corte del disco, empieza con una intro al bajo (D.D. Verni, uno de los bajistas con más personalidad de la historia de la música), como no podía ser de otra manera. El resto es simplemente Overkill en estado puro. Reconozco que la primera vez que lo escuché me dio la sensación de estar ante otro trabajo más de los de Nueva Jersey, con el mismo sonido y el mismo potencial con el que nos tienen acostumbrados. Pero a medida que he ido avanzando en las escuchas, he podido percibir detalles que poco a poco han ido captando mi atención. Un claro ejemplo sería la voz de Bobby en el quinto corte, “Give a little”, donde se deleita cantando con voz limpia y demostrando que es un cantante en plena forma y con una voz no sólo potente, si no bonita. “Ironbound” va a saco, recordando al mítico “Elimination”… pero un interludio más tranquilo y machacón. “Bring Me The Night” es rápida y nos trae recuerdos del W.F.O, uno de sus mejores discos. Atentos al solista, que está inspirado. “The Head And Heart” tiene un riff con un crescendo que no te dejará indiferente.

…Y así, escucha tras escucha, vas descubriendo que “Ironbound” es un disco perfecto para celebrar 25 años (que se dice pronto) dentro de la escena del Thrash Metal. Siempre ahí, fieles y dándolo todo.

…Que alguien me explique porqué Overkill no es considerado un “Big Four”. A mi me da que es miedo. En cualquier caso, en Febrero Overkill estará girando por España y sería una buena oportunidad para ver a uno de los grupos con mejor directo de la escena Thrasher. Si no los has visto, tú te lo pierdes. Yo ya los he visto cuatro veces y no tengo intención alguna de dejar escapar la quinta. Ojalá haya otros veinticinco años más de Overkill.

¡¡¡¡¡¡Felicidades!!!!!!!




Xentrix - 04/02/10

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jueves, 13 de diciembre de 2012

Mis 50 portadas favoritas. 8/10

Grupo: Overkill
Disco: W.F.O.
Año: 1994
Estilo: Thrash Metal
País: U.S.
Tracklist:
  1. Where It Hurts
  2. Fast Junkie
  3. The Wait/New High in Lows
  4. They Eat Their Young
  5. What's Your Problem
  6. Under One
  7. Supersonic Hate
  8. R.I.P. (Undone)
  9. Up to Zero
  10. Bastard Nation
  11. Gasoline Dream
Grupo: Ozzy Osbourne
Disco: Blizzard of Ozz
Año: 1980
Estilo: Heavy Metal
País: Inglaterra/ U.S.
Tracklist:
  1. I Don't Know
  2. Crazy Train
  3. Goodbye to Romance
  4. Dee
  5. Suicide Solution
  6. Mr. Crowley
  7. No Bone Movies
  8. Revelation (Mother Earth)
  9. Steal Away (The Night)
  10. You Lookin' At Me Lookin' At You
Grupo: Pantera
Disco: Vulgar Display of Power
Año: 1992
Estilo: Thrash Metal/ Groove Metal
País: U.S.
Tracklist:
  1. Mouth for War
  2. A New Level
  3. Walk
  4. Fucking Hostile
  5. This Love
  6. Rise
  7. No Good (Attack the Radical)
  8. Live in a Hole
  9. Regular People (Conceit)
  10. By Demons Be Driven
  11. Hollow
Grupo: Powerwolf
Disco: Blood of the Saints
Año: 1997
Estilo: Black Metal
País: Noruega
Tracklist:  
  1. Opening: Agnus Dei 
  2. Sanctified With Dynamite 
  3. We Drink Your Blood 
  4. Murder At Midnight 
  5. All We Need Is Blood 
  6. Dead Boys Don't Cry 
  7. Son Of A Wolf 
  8. Night Of The Werewolves 
  9. Phantom Of The Funeral 
  10. Die, Die, Crucified 
  11. Ira Sancti (When The Saints Are Going Wild)
Grupo: Rotting Christ
Disco: Sanctus Diavolos
Año: 2004
Estilo: Black Metal
País: Grecia
Tracklist:
  1. Visions of a Blind Order
  2. Thy Wings Thy Horns Thy Sin
  3. Athanati Este
  4. Tyrannical
  5. You My Cross
  6. Sanctimonius
  7. Serve in Heaven
  8. Shades of Evil
  9. Doctrine
  10. Sanctus Diavolos

lunes, 10 de diciembre de 2012

Overkill - RelixXIV - Review

DISCO: RELIXIV

AUTOR: OVERKILL

PUBLICADO: Marzo de 2005




Veinte años hace ahora de la publicación de su primer disco, “Feel the fire”. Ya había demos de por medio, pero desde que un disco de estudio viese la luz, son veinte los años que Overkill lleva sobre las tablas. Más de 2000 conciertos, que se dice pronto y una de las carreras más homogéneas dentro del mundo del Heavy Metal.

Los cambios de formación nunca han afectado al peso de la banda, que siempre a residido en su vocalista, Bobby Ellsworth y en ese pequeño gran bajista, D.D. Verni.

Si hubiese que definir estos veinte años con una única palabra, lo cual es extremadamente difícil, sería, sin duda alguna, “Evolución”. Y dejemos a un lado esas evoluciones con las que algunos se llenan la boca, intentando encubrir lo que realmente ha de definirse como cambio. Lo uno no es mejor que lo otro en realidad,. Lo que sí es peor es la intención de intentar jugar con la semántica. Y eso no cuela. Cada uno que haga lo que quiera o lo que deba, pero que no intente cambiar el nombre de lo que hace.

Si hay o ha habido algún grupo que se haya mantenido fiel y firme a sus principios, a su criterio y a su estilo, esos son Overkill. Banda que a estas alturas aún se disputa entre bastidores la creación, invención o descubrimiento de un estilo como es el Thrash metal. Todos sabemos con quién se disputa tal batalla y en realidad, la discusión no viene de la mano de quién grabó primero, sino de quienes fueron primero como formación... Lo que si ha quedado claro a estas alturas es el nombre de la banda que siguió haciendo su música cuando la gente había olvidado el género. Nombre al que se le debe también el resurgimiento que está teniendo el estilo. No por haber despuntado con un disco últimamente, sino por no haber dejado de despuntar, que es aún más importante. Si alguien ha mantenido encendida la mecha, si hay algún grupo al que agradecerle la continuidad de la llama que nunca se extingue, esos son Overkill.

Para celebrarlo han editado su decimocuarto álbum de estudio. Diez trallazos llenos de fuerza, coherencia y sabiduría. Diez temas repletos de Thrash metal bien hecho, con un sonido fresco y moderno, y que se adapta a las necesidades sonoras del siglo XXI, pero sin perder la esencia del siglo XX y sin dejar de abrazar a las dos últimas décadas del anterior siglo.

Para que os hagáis una ligera idea de cómo suena en conjunto este redondo... pues es una mezcolanza entre sus dos últimos trabajos: en cuanto al sonido de las guitarras (con un sonido muy clásico gracias a Dave Linsk); el bajo (aplastante, como siempre) y la batería (con un Tim Malare bestial); líneas vocales que en momentos puntuales recuerdan bastante al “I hear black”, pero con la guía de los discos más recientes... En definitiva: un buen disco, con temas que hay que escuchar unas cuantas veces para sacar el gusto a Overkill que rezuman cada una de sus notas. No hay canciones a destacar de forma puntual, excepto aclarar que “Bats in the belfry” no es una versión o que el comienzo del redondo ya da signos de calidad desde un principio. Hay que recalcar el conjunto en sí, que no les ha quedado nada mal. Lo que sí que hay que tener en cuenta es que no estamos ante un “Years of decay” ni un “Horrorscope”. No esperéis nada como aquello, porque forma parte del pasado: para lo bueno y para lo malo. Esto es ReliXIV, de modo que no creas que lo que vas a oír es un plagio del pasado, sino un paso hacia el futuro, escrito con las letras verdes de Overkill. Abre de puto par en par tus oídos, porque aquí están los de Nueva Jersey.

Esperemos que vuelvan a dejarse caer por España en una gira. Verles en directo es ver a una de las formaciones más grandes que se puede ver sobre un escenario... Vaya que si.
Xentrix - 24/03/05

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lunes, 5 de noviembre de 2012

Sodom - Better Off Dead - Review

DISCO: BETTER OFF DEAD

AUTOR: SODOM

PRIMERA EDICIÓN: 1990





Tras un archiconocido y laureado ”Agent orange”, Sodom se embarca de nuevo en la aventura que supone adentrarse en la entrañas de un estudio, con la perspectiva de superar su anterior trabajo. Para ello contaron de nuevo con la inestimable ayuda de Harris Johns , para tratar de superar su anterior proeza como piña profesional.
En vista de que Frank Blackfire había emigrado a Kreator, contrataron los servicios del guitarrista proveniente de Assassin, Michael Hoffmann y que durante la gira en Japón también les abandonaría, en este caso por el amor de una hermosa brasileña, no sin antes dejar la marca de un talentoso profesional de las seis cuerdas.

Una voz de ultratumba, grave y gutural rompe el cáustico sonido de una refinería, para invocar a Dios, de forma desafiante: “Oh, gran Dios, si realmente existes. Durante muchos años te he preguntado por qué. ¿ Por qué están muertos los inocentes y vivos los culpables?. ¿ Dónde está la justicia?. ¿ Dónde está el castigo?” ... Con esta frase sacada del famoso comic The punisher, y acompañado de una batería cortante y unos acordes distorsionados de guitarra, Sodom da comienzo al corte inaugural de este disco.
Un slide descendente en la sexta cuerda es el puente a un riff seco, con la púa tratando de partir el Mi más grave del instrumento de cuerda mediante una continua y constante fricción y roto de forma matemática con un compás de acordes poderosos.
“Algo grande está creciendo, puedes verlo en mis ojos” , dice Tom. La pregunta que reza en el estribillo queda en el aire, suspendida, a la espera de ser respondida: “¿ Por qué están muertos los inocentes?. Vamos, Dios. Respóndeme...” . Algo que todos nos hemos preguntado muchas veces, Sodom lo acompañan de una música que imprime fuerza y resentimiento a esta y otras preguntas. Grandiosa forma de empezar...

Shellfire defense prosigue con esa línea potente en las guitarras, batería y voz que caracteriza a esta banda de origen germano. Como es habitual, la letra de esta y de la mayoría de sus canciones habla de guerra y está repleta a la vez de un Thrash Metal clásico, sin aditivos: una guitarra afilada, una voz sucia pero con matices técnicos y una batería llena de ornamentación; muy bien elaborada. Los cambios de ritmo hacen que las piezas no resulten repetitivas y eso siempre es de agradecer.
Y le toca el turno al ritual sádico de la sierra. Una nota se aproxima de la nada, oscilando el potenciómetro de forma progresiva para que vaya cobrando presencia y cuando ya es audible por el que está al otro lado, sube y baja en la escala cromática mediante la palanca unida al Floyd Rose... quebrándolo, una voz poseída invoca a La sierra. Da comienzo el ritual que reclama la sangre de inocentes derramada en pro de una mente retorcida. Sin duda estamos ante una de las mejores canciones de Sodom. En su honor se editó un maxi-single, que contaba con una versión con diferentes matices, letra y que incluía el sonido de La sierra; otro tema de este mismo disco: Tarred and feathered y una versión de Bryan Adams ( The kids wanna rock).

En este disco encontramos dos versiones: una es el siguiente corte Turn your head around, de los ingleses Tank y a los que Sodom ya habían homenajeado en su anterior disco con Don´t walk away ( no en todas las ediciones) y Shellshock presente en el recopilatorio ”Ten black years”. La otra versión es de Thin Lizzy: un conocido Cold sweat, tan melódico como el original, pero muy bien delimitado por el sonido y estilo de Sodom, sin caer en el insulso plagio.

Entre ambas tenemos un tema con el título de un juego de estrategia, por supuesto bélico. Capture the flag, composición más sobria y calculada, aunque no carente de fuerza y garra es el corte elegido para interponerse entre ambas versiones, dando de este modo por concluida la primera parte del disco, sin nada que objetar y sí mucho que agradecer y alabar.

La segunda parte comienza con un pizzicato a dos cuerdas, prácticamente limpio y el bajo haciendo una melodía descendente, introduciendo lo que a la postre será un tema rápido y abierto por la voz de Tom Angelripper repitiendo la palabra sangre hasta que el riff Thrasher cobra el protagonismo requerido, no sin el puente que une ambas partes en medio. En esta ocasión la batería no está tan adornada como suele ser habitual, sino que está ideada de forma continua, sin tiempo para el descanso o alardes técnicos.
Never healing wound es el título elegido para hablarnos de las víctimas más inocentes de las guerras: los niños. Acordes serenos, con mucho tirón y una batería a doble bombo forman el octavo corte, poseedor de un estribillo sustentado por ecos, que ensalzan la fuerza de la lírica.
El siguiente corte es el homónimo del disco y comienza con el mismo riff de guitarra usado para el reclamo central, con unos fade in y fade out que se alternan, dando un aspecto misterioso a las palabras Terror/ hate/ murder/ rape que preceden al estribillo de este logrado ”Mejor no estar muerto”.

Resurrection es un tema que Tom dedicó a su padre, que al parecer murió ( según afirma él mismo) antes de tiempo. Sin duda estamos ante un capricho compositivo, que se aleja de la tónica general en la mente creativa de Tom y compañía, con mucha melodía, para nada speedica como suele ser en el estilo de esta banda aún en la brecha internacional y que recientemente editó un disco en directo y en breve se prevé verá la luz un dvd, digno de cualquier fan de esta formación. El apoyo de voces en el estribillo da una calidad de templada madurez.
Tras calma vuelve la tormenta, haciendo inhabitual el refrán. Tarred and feathered. Curioso título y de difícil traducción escueta al castellano. Lo normal sería decir alquitranado y emplumado... pero eso carece de lógica al traducirlo a nuestro idioma; hay que explicar lo que esta frase hecha quiere decir en castellano para así hacer comprender al lector, sin adjetivos, cómo es este antepenúltimo corte del disco:
Alquitranar a alguien y luego colmarle de plumas era un castigo bastante desagradable que se imponía a determinadas personas, como ladrones en la época de Ricardo Corazón de León, en plena edad media. La parte más desagradable y dolorosa venía cuando el alquitranado en cuestión quería zafarse de semejante coyuntura, arrancándose trozos de piel en el proceso.
Actualmente esta expresión se utiliza para reconocer una situación vergonzosa o humillante hacia una persona.

Y por fin, como en todo disco de Sodom, tiene que llegar el turno del tema compuesto a base de acordes ascendentes y descendentes de forma discontinua, como el Ausgebombt de su anterior redondo, o Watchturm en el posterior ”Tapping the vein”. Para dar fin a este extraordinario larga duración, nada como algo rápido, directo y destinado a no caer en el olvido. Stalinhagel es eso: velocidad en su esplendor máximo como si de una composición punk se tratase, para no dar descanso a nadie hasta que la grabación no llegue a su fin.

Junto a una gran producción y unos cortes repletos de genialidad, Sodom colgó anuncios por todas las revistas de la época, tratando de conseguir un reconocimiento que estuviese a la altura de otras formaciones como Kreator y afirmándose como serios candidatos a ondear el estandarte del Thrash metal europeo y confirmando que su trabajo predecesor no fue una mera coincidencia.
Todo apuntaba que la nueva década sería buena, tanto para Sodom, como para el Thrash Metal... El caso es que la campaña de marketing no dio el fruto esperado y deseado, y con el paso del tiempo la gente ha dejado de lado esta obra, mentando siempre al ”Agent orange” como obra cumbre de esta banda que hoy en día sigue regalándonos discos de una calidad impecable. Por otro lado, nada más lejos de lo que todo el mundo esperaba, comenzó de forma progresiva lo que la gente, de forma errónea denominó la muerte del Thrash, que hoy día sigue vivo gracias a bandas como Sodom y el tesón de personas como Tom Angelripper.

Xentrix - 17/12/04

Ver en Metal4all

lunes, 22 de octubre de 2012

Overkill - Horrorscope - Review

DISCO: HORRORSCOPE

AUTOR: OVERKILL

PRIMERA EDICIÓN: 1991






En tan sólo dos meses: entre Marzo y Abril de 1991, Overkill grabó sin duda su mejor disco hasta el día de hoy. Se metieron en los Carriage House Studios, dejando el trabajo de grabación a cargo de Terry Date y bajo la producción ejecutiva de Jon y Marsha Zazula.

Ignoro qué expectativas tenían los músicos cuando decidieron que las ideas que habían ido madurando estaban listas para ser grabadas como un disco, junto a la versión de Edgar Winter ( Frankenstein). La verdad es que para eso habría que mantener una larga charla con alguno de los creadores y cuando he tenido la oportunidad de disfrutar de la compañía y conversación de Bobby tras alguno de sus conciertos, no me ha venido a la cabeza en ese momento esta curiosa pregunta.

Tras todo el proceso que conlleva grabar un disco se puso por fin a la venta la grabación en los tres formatos: vinilo, compact disc y cassette. Da igual cual de esos formatos elijas para disfrutar; si el grande y delicado vinilo; el pequeño y digital compacto o la magnética y en vías de extinción musicassette... Todas contenían una de las más grandes obras de Thrash Metal jamás compuestas.

La década de los noventa acababa de empezar y nadie se hubiese atrevido a decir que el Thrash se iba a ver relegado por un nuevo estilo. Nadie apostaría, por aquel entonces, a que la velocidad se iba a ver eclipsada por un sonido sucio y donde el despliegue de técnica no sería la lucha por destacar o que las revistas empezarían a dar la espalda a un estilo del que habían vivido hasta entonces.


Para eso aún quedaban unos pocos años y un puñado de discos que pasarían a los anales de la historia del estilo. Por supuesto, también se empezaría a engendrar lo que a la postre ha derivado en otros géneros, con otras tantas grandes obras.

La verdad es que me veo en la imperiosa necesidad de defender a capa y espada un pensamiento que creo que es justo que se alce con voz firme. A riesgo de ser lapidado por compañeros o por lectores, tengo que decir que probablemente estemos ante el mejor disco de Thrash Metal de todos los tiempos... Claro: es ahora cuando todos ( incluido yo mismo) empezamos a decir nombres de bandas que, en cómputo global, tienen más renombre que Overkill. Soy de los que piensa, y en el fondo todos lo pensamos, que las listas de ventas no saben hacer diferencias de calidad; las listas no tienen la capacidad de juzgar el trabajo de lo que en definitiva representan.

En cambio nosotros si. Es la audiencia la que invierte horas en discernir lo que a su juicio ( en realidad lo que realmente cuenta) es mejor o peor.

No quiero citar nombres de grupos que a estas alturas todos tenemos en mente. No quiero hacer publicidad ( por decirlo de alguna manera) de títulos que están continuamente en boca de todos. Este debate está más que luchado en otros campos de batalla, teñido de la sangre que son las palabras en discusiones entre diferentes puntos de vista. No puedo blandir esta idea como si estuviese en posesión de la verdad, porque no lo estoy y no pretendo afirmar que efectivamente, “Horrorscope” de Overkill sea la mejor obra jamás ideada dentro de un estilo tan amplio como es el Thrash... A lo que aspiro: mi única pretensión, es tratar de dar a conocer a todo el mundo que este disco puede ser esgrimido como argumento dentro de esas interminables discusiones que todos, alguna vez, hemos mantenido y defendido con uñas y dientes. No para que se reconozca como tal, sino simplemente para que se tenga en cuenta: que es el trasfondo de todo.

Supongo que, al estar en la sección de “Revisión de clásicos” estaréis esperando a que haga alguna reseña en el sentido puramente musical. Y es esto mismo lo que confirma que tengo razón en todo cuanto he expuesto en líneas anteriores: nadie a estas alturas debería ignorar esta obra. Ninguno deberíais estar esperando a que comente cómo suena: si los solos de guitarra tienen algo especialmente destacable; si la batería tiene una calidad indiscutible o está repleta de imaginación; si la ejecución del bajo es digna de mención... o si es en este trabajo donde el vocalista alcanza su mayor potencial como artista.

¿ Sigues con la idea de saber algo más? Para resumir diría que es sencillamente Perfecto. De principio a fin te encuentras con piezas de una calidad extrema, ejecutadas e ideadas a partir del más absoluto de los gustos musicales. Podría compararse al engranaje de la máquina mas perfecta. Cada eslabón, cada pieza que lo forma es una pequeña obra de ingeniería celestialmente desarrollada. Los grandes logros están formados por pequeñas muestras de genialidad. Para confirmar que este disco también aporta esas pequeñas cosas, basta con fijarse en el título de su último corte: “Soulitude”; un fantástico juego de palabras entre soul ( alma) y solitude ( soledad), para tratar de explicar con sólo una palabra la soledad del alma.

Si nunca has dedicado tiempo a “Horrorscope”, consíguelo. Te aseguro que si al minuto y medio siguiente de haber pulsado el botón de play no estas enganchado, es que carezco radicalmente de credibilidad. Y se, inequívocamente, que mi credibilidad no esta en entredicho.

Xentrix - 26/11/04

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