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lunes, 17 de junio de 2013

Evile - Five Serptent´s Teeth - Review

DISCO: FIVE SERPENT´S TEETH

AUTOR: EVILE

FECHA DE PUBLICACIÓN: 26 de septiembre de 2010

Evile - Five Serpent´s Teeth


A bote pronto, si me paro a pensar, aunque sea sólo un instante, en un nexo entre Thrash Metal y un “tercer álbum”, mentalmente asocio este juego de ideas con la palabra CONSAGRACIÓN. Y no es de extrañar, ya que si repasamos la historia de los terceros discos de las principales bandas del género, saldrían joyas como “Reign In Blood”, “Master Of Puppets”, “So Far, So Good... So What!”, “Practice What You Preach”, “Under The Influence”… y un larguísimo etcétera que bien podría alargarse hasta un sinfín de líneas en esta reseña.

De nuestros vecinos del Reino Unido también podríamos hacer una lista de bandas representativas del género, pero habría que remontarse al menos una década para que surgiesen nombres reconocibles. Ahora, en pleno apogeo del Thrash Metal, años después de su decadencia, Evile despunta en el género de bandas que retomaron aquel estilo y están dándole un empujón. Cuando editaron “Enter The Grave”, los elogios llegaron rápido, y no era para menos, ya que consiguieron recuperar la ilusión de muchas personas que se habían resignado a seguir escuchando los discos de la época y los mismos grupos que seguían editando nuevos trabajos bajo un mismo estilo. “Infected Nations” seguía dándonos ilusiones y proyectando un futuro prometedor.

No he escuchado el disco en profundidad, por lo que no voy a adentrarme en el tedioso cometido de comentar canción por canción lo que hay en “Five Serpent´s Teeth”. Lo que sí me ha dado tiempo a vislumbrar es que técnicamente, Evile, le puede dar un buen repaso a los grandes del género, que en algunos casos para cuando concibieron su “consagrado” tercer álbum, aún no habían alcanzado su cumbre técnica. Lógicamente, en cuestiones de producción, no hay debate abierto, ya que a día de hoy, las técnicas han avanzado y mejorado considerablemente, máxime si cuentas con la experiencia de Russ Russell en la producción.

En un principio, tras la primera escucha, tuve la sensación de que Evile había perdido cierta fuerza compositiva, pero tras prestar algo más de atención en posteriores escuchas, este pensamiento se disipa al cerciorarme de que, en realidad, más que ausencia de fuerza, lo que hay es más sutileza a la hora de componer. Han reprimido la fiereza de los riffs de guitarra, dejando a un lado la velocidad, para imprimir el clímax de sus temas en los cambios de ritmo, que son el verdadero centro de atención de la obra, jugando con la versatilidad que proporciona este recurso.

Lo que no se me quita de la cabeza y me parece un tanto incomprensible, aunque el disco me ha satisfecho altamente, es que este tercer disco, aún con la asociación de “Consagración” como consigna, me recuerde sobremanera a los “consagrados” maestros Metallica. En parte me gusta, porque ya no necesito saber qué habrían hecho los susodichos si realmente hubiesen seguido la senda del Thrash Metal, lo que en parte me calma. Me calma si lo enfoco así, por supuesto. Si lo enfoco de forma más “objetiva”, cabría decir que a todas luces, Metallica, a nivel técnico no ha olido esto en toda su discografía, aunque treinta años de diferencia no hacen olvidar que lo original es lo que hace que haya bandas como Evile, que disfrutan haciendo la música que sus maestros idearon.

Por otro lado, lo que me sabe mal en este sentido, es que un tercer disco no haya dado para que la Consagración haya sido definitiva y unos tipos con la técnica, el carácter y los recursos suficientes hayan conseguido encontrar su propio camino… Y esto, es una lástima.

Seguiré escuchando y disfrutando “Five Serpent´s Teeth”, pero no creo que consiga quitarme de la mente este último pensamiento, que a la postre, ha marcado mucho el regusto que me ha dejado.

Me ha gustado, sí: mucho…

…pero.





Xentrix - 25/10/11

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lunes, 3 de junio de 2013

Sodom - In War and Pieces - Review

DISCO: IN WAR AND PIECES

AUTOR: SODOM

FECHA DE PUBLICACIÓN: 22 de noviembre de 2010

Sodom - In War And Pieces


Agradable noticia cuando me enteré de que uno de mis grupos estandarte de siempre sacaba disco. Sobretodo después de haber regrabado “In The Sign Of Evil” y no haberle encontrado mucho sentido y apenas haberle prestado atención. Me pareció estupendo, aunque lo cierto es que no le hice caso alguno, ya que de toda su discografía, éste es precisamente el disco que menos me llena. Posteriormente, vio la luz la segunda parte de “Lords Of Depravity”, una suculenta continuación de un doble dvd que también me dejó bastante frío, ya que uno de los discos es un directo que no deja muy buen sabor de boca y el otro disco contiene la segunda parte de la biografía de la banda.

Cuando me enteré de que estos tres tipos sacaban disco, pensé que tenía todas consigo para ser un auténtico cañonazo, ya que después de tanto tiempo sin componer y habiendo dedicado su trabajo a un disco ya grabado y un dvd que estaba pendiente, habrían tenido tiempo para parir una obra en toda regla.

Pues menudo chasco me he llevado.

No puedo alardear de haber bebido de las fuentes de “In War And Pieces” y saciarme, las cosas como son, pero sí he de decir que las escuchas que le he dado son más que suficientes para comprobar que no se han devanado los sesos en la composición. Aunque suene mal, lo cierto es que lo que mejor definiría a éste disco es: “más de lo mismo”.

Por supuesto que desde el punto de vista de un fiel seguidor de la banda está muy bien, ya que si Sodom se caracteriza por algo es por ser fiel a su propio estilo y contar con un sonido buenísimo. Si soy fiel a esta gente es porque ellos siguieron en pie cuando otros caían y mientras se les tildaba de mediocres… Supongo que una cosa no tiene porqué quitar a la otra, pero durante su existencia, Sodom ha parido discos de una calidad extrema, aunque el reconocimiento nunca les haya llegado como a otras bandas.

“In War And Pieces” continúa la estela del anterior disco, pero con un sonido menos sobresaturado y con unos graves no tan presentes, lo cual creo que es de agradecer, ya que en algunos momentos la escucha se hacía dificultosa. La sensación general es que la forma de componerlo ha seguido una dinámica basada en los riffs directos, las voces y el Thrash Metal que Sodom practica, eso sí, con un par de huevos.

El, digamos, problema, es que todos los arreglos más dinámicos y melódicos, son como algo ajeno a los cortes en sí. Tal vez sea cuestión de alguna escucha más, cosa que con sumo placer haré tantas veces como pueda, pero la primera impresión perdura. El problema en ese sentido es que la decepción me invade al pensar que después de todo este tiempo podría haberme llevado a los oídos un trabajo mucho mejor pensado.

No es que pretenda que a estas alturas Tom, Bobby y Bernemann compusiesen un “Agent Orange” o un “Better Off Dead”, porque no sólo no lo espero, si no que ni siquiera lo deseo, porque para eso ya están ambos discos grabados. Lo único que tengo que hacer es cogerlos y ponerlos.

No podría decir que me habría agradado un “M-16” o “´Til Death Do Us Unite” por la misma razón. Pero sí que me habría deleitado con unos cortes más elaborados y tal vez no tan directos y aplastantes.

¿Que es muy probable que dentro de algún tiempo vea esta crítica errónea? No lo descarto y, en realidad, ojalá. Pero si hay algo de lo que estoy completamente seguro es que esta gente es capaz de mucho más y tengo la esperanza de que pronto consigan el objetivo de lanzar al mercado un disco que deje el pabellón a la altura de una banda que no tiene que demostrar nada a estas alturas, por mucho que algunos alcen sus voces hablando de mediocridad. Eso no es así.

Por lo pronto, en marzo estarán de gira por nuestro país. Así que, si quieres acercarte, no dejes pasar la oportunidad, que bien se lo merece una banda que lleva casi treinta años “Sodomizando” al personal.

Voy a disfrutar de este “In War And Pieces”, porque si algo tiene, como siempre, es una voz y una pegada que no deja indiferente a nadie.




Xentrix - 03/12/10

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lunes, 27 de mayo de 2013

Dimmu Borgir - Abrahadabra - Review

DISCO: ABRAHADABRA

AUTOR: DIMMU BORGIR

FECHA DE PUBLICACIÓN: 27 de Septiembre de 2010

Dimmu Borgir - Abrahadabra


Una vez expulsados Mustis y Vortex de la formación, Dimmu Borgir (los tres componentes que consolidaban el bloque) tenía el beneficio de la duda cuando afirmaron que la fuerza creativa de la banda quedaba intacta. Lo único que hacía falta era que dicha afirmación quedase plasmada en un disco que la gente esperaba con impaciencia y curiosidad.
Según la propia banda, han tardado once meses en dar forma a este nuevo trabajo de estudio, mediante una producción que a todas luces resulta exagerada. Para suplir a los antiguos miembros se ha contratado los servicios de Snowy Shaw para el bajo y las voces limpias, y a Daray en la batería, lo que también revela que el grupo como tal queda entonces limitado a tres miembros: Shagrath, Silenoz y Galder.
Una vez el disco empieza a sonar, la primera escucha de rigor se centra en dilucidar si realmente se echará de menos a dos miembros que si en principio no componían al nivel necesario como para considerar parte de la fuerza creativa de la banda, habían llegado a ser parte del sello personal del grupo. Vortex imprimía un estilo inigualable con sus voces limpias y gracias a él la versión de Twisted Sister de “Burn in hell” había alcanzado la gloria de las adaptaciones y los arreglos en distintos cortes de la banda a lo largo de diferentes discos conseguían dejar una clara huella difícil de olvidar. Si realmente Mustis no formaba parte de la institución como tal, teniendo en cuenta que “Fear and wonder” (Puritanical Euphoric Mysanthropia) es una de las mejores intros que he tenido el placer de llevarme a los oídos, iba a tener que quedar demostrado con pruebas irrefutables.

Varios comunicados nos iban informando de las directrices que se estaban tomando para el resultado final, y de ese modo nos pudimos enterar de que la Norwegian Radio Orchestra, con Gaute Storaas dirigiéndola y encargándose de los arreglos orquestales (dejando evidencia de que Mustis era el único encargado de hacerlo en discos anteriores), añadirían la atmósfera necesaria para que el disco tuviese todos los requisitos necesarios para evidenciar lo larga que es la sombra del Black Metal practicado por estos individuos. Un siguiente comunicado nos informaba que, además de una orquesta, la grabación del álbum contaría con una coral de cuarenta y cinco músicos: la Schola Cantorum.
Los alardes técnicos dejaban patente el despliegue de producción al que se ha acostumbrado Dimmu Borgir, como ya habían dejado claro en anteriores trabajos como Death Cult Armageddon o In Sorte Diaboli. Ahora la prueba de fuego es si está a la altura…

Pues, la verdad, creo que no.

Y que nadie me malinterprete, el disco está bien, pero… No a la altura.
Lo cierto es que después de una primera escucha, lo primero que llama la atención es que la intro, lejos de ser insulsa, sí es cierto que podría haber estado incluida en la primera canción (como hicieron con “The Serpentine Offering”), aunque esto habría alargado aún más la ya de por sí estirada “Born Treacherous”. Un corte que al principio, cuando conseguí descargarme Abrahadabra, creía que me habían colado un “fake” y es que, en cuanto a estilo se refiere, tenía la sensación de estar escuchando a Old Man´s Child (algo comprensible teniendo en cuenta que Galder es líder de éstos), más que a Dimmu Borgir, impresión que va y viene según avanza el disco. Una canción basada en un riff de guitarra a quintas repetitivas, que recuerda a un estilo más tradicional del Black Metal, pero alargada más de lo necesario.
“Gateways”, el single y vídeo del disco, ya escuchado por todos, es un tema más cercano a lo que la banda nos tenía últimamente acostumbrados, con cierto halo comercial y una melodía pegadiza. Otra cosa que nadie pasa por alto es la voz de Agnete Kjølsrud, que brinda una melodía muy parecida al estilo de Vortex… Tal vez se le eche de menos más de lo que nos han querido hacer creer. Una vez se escucha por completo Abrahadabra da la sensación de que este corte es el más distinto de todos.
“Chess With The Abyss” tiene un deje parecido al primer corte del álbum y la homónima “Dimmu Borgir” nos traslada a una forma de concepción que se podría decir que queda entre el estilo de “Enthrone Darkness Triumphant”, por la cadencia compositiva y la salvaje concepción de “Stormblast”.
“Ritualist” sí tiene esa proximidad a lo que Dimmu Borgir nos había acostumbrado, pero no es un corte de una facturación excepcional, si no más bien comparable a los temas menos brillantes de In Sorte Diaboli.
En cambio “The Demiurge Molecule” cuenta con una concepción de la batería que dota a una canción que podría haber sido muy lineal en algo que llama la atención, pero con demasiadas similitudes a la siguiente “A Jewel Traced Through Coal” y una “Renewal” que sigue la misma línea.
Un brillante interludio en “Endings And Continuations” con un solo de guitarra único (lo cierto es que Abrahadabra sorprende por sus solos de guitarra), deja un sabor de boca en el oyente que tal vez no concuerde con las sensaciones individuales del disco en sí.

La conclusión final es que Dimmu Borgir tal vez no haya perdido la fuerza compositiva, pero es evidente una pérdida de identidad, ya que el estilo musical no sigue una línea recta.
Cada disco de esta gente que he escuchado es una etapa distinta, con sus cambios, sus evoluciones y sus aspiraciones y, aunque haya diferencias entre unos y otros, lo cierto es que la homogeneidad siempre ha sido plausible. Abrahadabra no tiene esa homogeneidad, lo que me ha dejado algo impasible. Tampoco la inspiración reina en Abrahadabra, porque los destellos en la oscuridad, al fin y al cabo, te obligan a andar a trompicones.
Y, para acabar, desde un primer momento pensé que una coral y una orquesta tendrían más presencia y darían más de sí.

Está bien, pero espero que Shagrath, Silenoz y Galder puedan ofrecernos algo mejor.



Xentrix - 24/09/2010

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lunes, 20 de mayo de 2013

Black Label Society - Order of the Black - Review

DISCO: ORDER OF THE BLACK

AUTOR: BLACK LABEL SOCIETY

FECHA DE PUBLICACIÓN: 6 de septiembre de 2010

 Black Label Society - Order Of The Black

Hacía cuatro años que Black Label Society no sacaba un disco. Su último trabajo había dejado a los fans algo fríos, con un redondo irregular y falto de energía. En este intervalo de tiempo se han sucedido las noticias en torno a Zakk Wylde, siendo sustituido por su maestro Ozzy Osbourne de forma un poco extraña y con alguna declaración de Ozzy afirmando el abuso del alcohol que profesa Wylde. Este mismo año se estrenaba el estudio (Black Label Bunker) que el mismo Zakk había diseñado en colaboración con Under The Wire y ahí mismo ha facturado este “Order Of The Black”. Tras su paso por urgencias debido a un trombo en la pierna que le hizo cancelar algún concierto, Zakk deja la bebida y Craig Nunemacher abandona la banda por problemas económicos y es sustituido por Will Hunt (Evanescence, Static-X, Mötley Crüe…).

Toda esta serie de noticias nos hacían temer que este “Order Of The Black” fuese un disco de relleno en la carrera de Black Label Society, sobretodo teniendo en cuenta la poca acogida que tuvo el anterior disco y la cantidad de dvd´s y recopilatorios que han llenado las estanterías durante los últimos años. La expectación era máxima y todos esperábamos ansiosamente a ver qué nos deparaba y qué nos ofrecía el nuevo trabajo de Wylde y compañía.

Después de darle la primera escucha lo primero que destaca es que haya cogido la misma estructura que ya usó en “Mafia” y que le funcionó muy bien:

El disco empieza con tres temas aplastantes, con riffs muy sosegados, lentos y pesados que se quedan rápido en el oído del oyente, y continúa con una balada, como ya hizo en “Mafia” con “In This River”. Vuelve a la carga con otros dos cortes al más puro estilo B.L.S. y vuelve a tornarse intimista con otra balada. Tras esto, los temas se van entremezclando entre el Heavy Metal más rudo con las más lentas, no sin regalarnos, como es habitual, un corte instrumental, que en esta ocasión ha enfocado a la guitarra acústica.

Después vuelve a la carga y se despide con un último corte que recuerda al “Yesterday” de los Beatles, pero venido a menos, con una melodía que recuerda a los de Liverpool pero arrebatada en el momento más álgido.

Las escuchas posteriores nos adentran más en el trabajo y se empiezan a sacar conclusiones más concretas, como por ejemplo, que es un disco realmente bueno. Otra conclusión es que atrás quedaron las composiciones más rápidas y dinámicas. El estilo de Black Label Society parece que se ha quedado en canciones más sencillas y directas.

En este “Order Of The Black” no hay temas como “Stoned And Drunk”, “Stillborn”, “Bleed For Me” o “Battering Ram”. Pero en cualquier caso, no va a decepcionar a los fans de La Sociedad, porque es un disco que ya en la primera escucha deja un buen sabor de boca, y cuanto más tiempo se le dedica, más entretenido resulta.

En EE.UU. ha entrado a la quinta posición en la lista Billboard y está funcionando muy bien y recibiendo buenas críticas en todos los medios. Dejando a un lado la opinión de los demás, a mi me ha parecido un gran redondo, máxime cuando, como fan de la banda que soy desde el primer disco, tenía ciertas dudas acerca de la dirección que podría tomar o la calidad de los cortes; pero lo cierto es que he quedado gratamente sorprendido. Ya no hay tanto abuso de los armónicos que solía sacar de quicio a algunos, por lo que esa excusa tampoco te servirá para dejar de lado “Order Of The Black”.

Habrá que estar atentos a próximas noticias para la confirmación de una gira que tal vez acerque a Zakk Wylde y sus secuaces a tu ciudad. De momento, elige la edición que más te guste y disfrútalo.




Xentrix - 21/09/10

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lunes, 13 de mayo de 2013

Angelus Apatrida - Clockwork - Review

DISCO: CLOCKWORK

AUTOR: ANGELUS APATRIDA

FECHA DE PUBLICACIÓN: 22 de Junio de 2010

Angelus Apatrida - Clockwork 
 

Recientemente se hizo público que Angelus Apatrida (fonéticamente Ánguelus Apátrida), fichaban por la multinacional Century Media. En España la noticia corría como la espuma y nos henchía de orgullo a todos. Por fin una banda que merecía reconocimiento internacional parecía que obtenía lo que merecía. “Give´em war” había sido tan bien recibido que todos nos preguntábamos por qué esta gente no estaban girando con bandas consagradas y de primer nivel. “Give´em war” era el culmen a un estilo que está ahora mismo en boga en nuestro país: Aggression, Steelgar y Rancor han publicado sus discos recientemente, Crysys ganaron el Wacken Metal Battle y tienen pendiente entrar al estudio para grabar su primer larga duración (si es que llegan a buen puerto las últimas negociaciones), Vivid Remorse… y un largo etcétera de formaciones que ondean la bandera del Thrash Metal en nuestro territorio.
Tal vez vayamos con veinte años de retraso, pero como dice el refrán: Nunca es tarde si la dicha es buena, siempre y cuando el mercado no se sobresature y acabemos confundiendo la calidad con la cantidad.
Para la realización del disco se metieron en los Ultrasound Studios en Braga, Portugal y con Daniel Cardoso como productor. Su fichaje por Century Media les había pillado casi por sorpresa y no tenían material con el que trabajar, de modo que compusieron las canciones, se las presentaron a la compañía y recibieron el visto bueno para entrar al estudio y dar rienda suelta a “Clockwork”.

Si bien el anterior “Give´em war” nos mostraba una influencia clara del Thrash Metal más clásico y con ciertos tintes de puro Heavy Metal, este “Clockwork” es una obra con una evolución que nos acerca más a una atmósfera moderna, pero con el gusto por lo clásico intacto: con cambios de ritmo imprescindibles en el género, letras ácidas y mucha mala leche.
Para ser completamente honesto, sí he de decir que las primeras escuchas se hacen un poco cuesta arriba debido al sonido, ya que creo que falta nitidez en las guitarras y que se ve claramente reflejado en el bonus track y versión de Iron Maiden “Be quick or be dead”. También la batería tiene ciertas carencias, que se notan sobretodo en el bombo, algo inaudible en ciertos momentos y con una presencia demasiado remarcada, tal vez algo que se podría haber solucionado en la mezcla.
Las labores de Víctor son las que primero sorprenden al oyente, ya que el cambio con respecto al anterior trabajo son más que evidentes. Si en “Give´em war” la percusión se enfocó de forma más sencilla, en este “Clockwork”, se han explayado de lo lindo y sea, probablemente, el elemento que más nos acerca a la modernización de la que antes hablaba.
Las líneas vocales son menos melódicas que en su predecesor, aunque la forma de hacerlo así llega de una manera natural, debido al concepto de los cortes, más directos, más crudos y más violentos, y no por carencias de Guillermo.

Todo esto lo digo primero porque realmente lo pienso y segundo como advertencia a posibles interesados que se puedan llevar una decepción y cometan el error de pensar que no merece la pena llenarse los oídos con este redondo, porque la verdad es que cuanto más lo escucho, más me gusta. Y no es sólo por el sonido, por las composiciones o las letras… Es que si hay algo que define a Angelus Apatrida es la ACTITUD, y lo pongo con mayúsculas porque la característica principal de un estilo como es el Thrash Metal es sin duda la actitud y no los parches ni los cinturones de balas. Puedes tener técnica, buenos temas, imagen y un sonido colosal, pero si no tienes ACTITUD, no es Thrash Metal.

Los cortes, como ya he dicho, son muy directos y crudos, con bases rítmicas que no dan margen al descanso, excepto en la intro y algún pasaje furtivo. Las reminiscencias a otros grupos e influencias siguen presentes, pero tal vez de forma más sutil que con anterioridad, por lo que la identidad de Angelus Apatrida sigue evolucionando de forma constante sin olvidarse de quiénes son y de dónde vienen… A dónde van, creo que todos los sabemos.

Tal vez haya alguien que piense que fichar por Century Media ha sido un error, o que la producción no es lo buena que debería o podría ser para haber firmado con un sello tan grande, pero si os encontráis a alguien que diga esto, recordad: Los hay que tropiezan, los hay que caen, pero Angelus Apatrida, si da un paso hacia atrás, es para coger carrerilla. Ahora sólo queda que tengan la oportunidad de girar con bandas consagradas para poder demostrar su valía ante un público selecto que sepa apreciar lo bueno de la oferta de esta joven banda.

Viniendo de Albacete, no podía ser de otra manera… ¡¡¡¡¡¡A cuchillo!!!!!!



Xentrix - 15/06/2010

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lunes, 6 de mayo de 2013

Nevermore - The Obsidian Conspiracy - Review

DISCO: THE OBSIDIAN CONSPIRACY

AUTOR: NEVERMORE

FECHA DE PUBLICACIÓN: 31 de Mayo de 2010

Nevermore - The Obsidian Conspiracy 
 

And my soul from out that shadow that lies floating on the floor
shall be lifted…


Nevermore!


Y de esa sombra que flota en el suelo
mi alma no se elevará… ¡Nunca más!


“El Cuervo”, de Edgar Alan Poe


Mucho tiempo hemos tenido que esperar para poder disfrutar de un nuevo trabajo de estudio de Nevermore. Después de regalarnos “This Godless Endeavor” y dejarnos de una pieza y con la boca abierta, atónitos ante semejante obra maestra, la banda decide tomarse un descanso. El listón había quedado muy alto (tanto que a mí me parece uno de los mejores discos de la primera década del siglo XXI) y tal vez por esta razón decidieron darse un respiro y dar rienda suelta a otros proyectos.
Warrel Dane editó “Praises To The War Machine” y Jeff Loomis “Zero Order Phase”, dos estupendos trabajos por separado que hacían las delicias de los fans y, para redondearlo, en 2008 editaron el dvd “The Year Of The Voyager” éste sí, bajo el nombre de Nevermore.
Teníamos algo con lo que conformarnos, pero el tiempo iba pasando y todos empezábamos a ponernos nerviosos. Se pusieron en contacto con Peter Wichers y Andy Sneap y dieron forma a las ideas que bullían por sus mentes.

Os preguntaréis si el resultado está a la altura de las expectativas y supongo que esperaréis que esta crítica os saque de dudas, al menos en cierto modo, hasta que podáis llenar vuestros oídos con “The Obsidian Conspiracy”, si es que no habéis tenido aún la oportunidad.

La primera escucha de rigor sólo vale para hacerse una idea de cómo es la producción, de la atmósfera que se pretende crear y del estilo general del trabajo de manera global.
Tras este primer contacto, las dudas no se resuelven en absoluto, ya que Nevermore no practica una música asequible para escucharla de manera superficial. Uno se da cuenta de que Jeff Loomis es probablemente el guitarrista que, en la actualidad, está más en forma y que sabe cómo crear unos riffs que hacen de Nevermore un grupo único y unos solos que convierten el arte de tocar la guitarra en algo poco predecible. Warrel Dane es un cantante con tablas y buen hacer, pero sobretodo un profesional que sabe lo que quiere y conoce sus límites: de esta manera cualquier seguidor reconoce en este disco que los tonos más agudos han desaparecido. Van Williams prefiere la técnica y el adorno a la velocidad pero, si quiere, sabe perfectamente combinar la pegada con la celeridad. Jim Sheppard está correcto como el que más, aunque bien es cierto que podría tener más presencia.

Tras más escuchas, es inevitable caer en la comparación con anteriores discos y es cuando uno empieza a sacar mejores conclusiones, viendo cómo han enfocado el disco. Aquí es cuando los detalles cobran protagonismo y uno puede dilucidar que “Determination Proclamation” tiene la fuerza que necesita un primer corte para cautivar al oyente, con un riff de guitarra arrollador y una sobriedad que deja claro que la discografía de Nevermore no es fruto de la casualidad.
“Your Poison Throne” es un corte que estoy convencido de que triunfará en los escenarios, bien coreado por los seguidores y conducido por una sencilla palabra: “Rise”.
“Moonrise” tiene cierto parecido a antiguos cortes como “Narcosynthesis”, lo que induce a pensar que el estilo de Nevermore está intacto.
La sobriedad viene de la mano de “And The Maiden Spoke”, para después regalarnos los oídos con un estribillo que tarda en quedarse, pero que, cuando lo hace, es para no volverse a escapar: “Emptiness unobstructed” tiene crescendo y fuerza, siendo un corte que hará las delicias de cualquiera.
“Without Morals” viene precedida de otra más tranquila y oscura, quedando en medio de dos cortes a medio tiempo que relajan la escucha de un Todo hasta ahora muy competente. “She Comes In Colors” empieza también muy relajada, con pequeños picos de intensidad y arreglos de guitarra de calidad suprema.
El último corte resulta que fue lo que se filtró desde hace tiempo para saciar la curiosidad de propios y extraños. Sólo esos primero veinte segundos que pudimos escuchar con cierta sensación de estar mirando a través del ojo de una cerradura, es la manera de empezar la última canción, con la que despedimos este redondo y que lleva por nombre el mismo que la obra en sí: “The Obsidian Conspiracy”. Trallazo donde los haya, alarde de Jeff Loomis, que nos sorprende con un riff corto y directo y roto por un armónico que sale de las entrañas de su guitarra para dar paso a un solo con una progresión que rompe de forma inesperada con otro armónico, fiel reflejo de su forma de tocar: poco predecible y original.

Si Nevermore no tiene más seguidores es porque ofrecen una música diferente, poco manida y muy exigente. Se comenta que los fans de la música extrema no consiguen engancharse porque Warrel “canta”; los amantes del Heavy más tradicional se ven embargados por la “caña” y los seguidores del Progresivo no les hacen caso porque se “saturan”… Al final, los incondicionales de la banda de Seattle resulta que son Thrashers de la vieja escuela que sí soportan que Warrel “cante”, que den “caña” y no les resulta que “saturen” tanto. Seguro que hay muchas más excusas para no escuchar este disco pero yo, ni las encuentro, ni las quiero buscar.
Tal vez sea porque a los genios nunca se les ha reconocido su obra en vida, pero Nevermore no tiene el reconocimiento que merece, en absoluto.

La conclusión final es que “The Obsidian Conspiracy” no llega a ser mejor que “This Godless Endeavor”, pero sólo después de mirar con detenimiento la “photo finish”, porque van de la mano.

”These are my last words”.



Xentrix - 13/05/2010

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