Fecha: 16 de octubre del año 1994. Era la gira de Far Beyond Driven.
Un disco que no me gustó demasiado, la verdad. Pero lo cierto es que Cowboys From Hell y Vulgar Display of Power eran por aquella época unos fijos del walkman y de la minicadena. Era mi oportunidad de ver a Pantera en directo, así que no me lo pensé dos veces.
El concierto fue fantástico y pude verlo en segunda o tercera fila. Ver a Phil Anselmo haciendo gamberradas o la perilla rosa (o azul, ahora no recuerdo) de Dimebag, era impagable. Visto ahora, que Dime ya no está, es aún más especial, si cabe.
Lo que recuerdo que me sorprendió y desde entonces no he olvidado, es la pegada de Vinnie Paul. Qué bestia. Hasta entonces solo lo veía como un buen batería. Desde aquel día, lo veo como un verdadero hacha. Me encanta, no solo la forma de atacar, sino la forma de adornar.
Que esta entrada sirva como homenaje para uno de los mejores guitarristas que ha habido.
En cuanto a la entrada en sí: el papel, es una pieza de coleccionista.
Es de la época en la que las entradas de conciertos tenían arte y no te estafaban dos o tres euros por el trauma de la "distribución" que consiste en gastar toner de una puta impresora.
Fijáos en la parte superior, al acabar el logo de PanterA, que el tornillo es un holograma... genial.
domingo, 8 de diciembre de 2013
jueves, 12 de septiembre de 2013
Esos pantalones
Haciendo limpieza en casa con motivo de... bueno: con motivo de una necesaria purga de objetos viejos y obsoletos que estaban guardados, he encontrado un filón de camisetas raídas, cintas de VHS, carpetas y demás memorabilia.
Como es lógico, no todo fue a la basura.
Una parte de las cosas que estaban guardadas en cajas estaban ahí con un propósito: conservarse del paso del tiempo.
Las camisetas han ido a la basura, porque estaban agujereadas y la impresión ya casi no se dilucidaba.
El caso es que, en un armario, sin la finalidad de no esconderlo demasiado, recordé que había una joya, que ha despertado un talento inútil oculto y que quiere despertar del letargo.
El pantalón fue comprado en El Rastro de Madrid, con el propósito de resguardarme del frío en las acampadas y campamentos y aprovechando la coyuntura para vestirme de forma un poco beligerante.
En una tarde de aburrimiento, cogí una chaqueta, también del mismo estilo, pero verde uniforme, sin trazas de camuflaje, y dí rienda suelta a la imaginación.
Con el tiempo pensé que sería buena idea hacer lo mismo con los pantalones, y comencé una pernera. Luego la otra. Y después encadené diseños, según me venía en gana. Considero que no están en absoluto terminados, pero llevan así la friolera de veinte años y no veo que continuar tenga sentido.
Tal vez empezar otros, sí.
Aunque ir de camuflaje está de moda, tal vez no elegiría ese estampado ni esa prenda. Tal vez una chaqueta lisa, un tres cuartos o una parka.
Empecé haciendo el logo de Metallica y pensé que en la otra pierna lo suyo era hacer el de Megadeth, por varios motivos. Primero porque ambas me gustaban mucho por aquel entonces y segundo porque el equilibrio simétrico me llamaba sobremanera.
Es evidente que el tamaño y el posicionamiento rompe esa simetría, y es algo en lo que no caí desde un principio. O no me dí cuenta. O me dió igual. No lo recuerdo.
Lo importante es que los diseños quedaron muy bien y con el paso del tiempo no se han deteriorado demasiado. También es cierto que no los he lavado y sólo los usé una única vez.
Visto ahora, tal vez la zona de la derecha no haya quedado perfecta en el difuminado. A día de hoy, creo que me habría quedado mejor si lo hiciese de nuevo. Pero he de reconocer que el resultado me gusta. Probablemente ahora elegiría el diseño de Master of Pupets para el logo, ya que es más fácil de realizar e incluso corregir defectos, ya que todo gira en torno a tonalidades de blanco.
El logo de megadeth quedó mejor, ya que fue el segundo y la técnica había mejorado con la práctica. También es cierto que el degradado es más sencillo. Viéndolo ahora, tal vez habría hecho la mano de Vic Rattlehead más grande o simplemente, no habría dibujado la mano. No sé.
En parte me gusta, pero por otro lado parece un poco fuera de contexto.
El logo de Skid Row es sencillo y creo recordar que tardé poco en hacerlo. Basta con hacer las letras por encima e ir, poco a poco, atinando. Una vez terminado el color rojo, se bordea con una fina línea blanca. Los desconchones de la pared fue un añadido con cierto aire callejero.
Algo tenía que hacer de Sodom pero, tras realizar el logo de Metallica, no quería trabajar tanto el color azul en degradados y, por el tamaño, hacer un motivo de Agent Orange era muy arriesgado. En la chaqueta ya hice alusión a Better off Dead, de modo que continué con el azul.
No me convence mucho el resultado, porque me da la sensación de que no está todo lo conseguido que podría. Pero está bien.
En pleno año de Demanufacture, Fear Factory estaba en mis auriculares día sí, día también. El logo está hecho un poco a ojo, porque es evidente que no tiene demasiadas posibilidades. Es sencillo y no tiene más que un único color.
De modo que lo adorné con un código de barras que quedó demasiado pequeño.
No entiendo cómo no se me ocurrió hacer la fantástica portada de las costillas enfrentadas al código de barras... es incluso digno de un tatuaje. Y grande.
Me gusta la simbología y el paradigma que encierra el concepto.
En cualquier caso, a día de hoy, Fear Factory, no me inspira tanto.
Como ya digo, han pasado veinte años, y a día de hoy, Overkill tendría su pernera entera. Esto es así.
Lo que no haría sería el fuego. Queda muy bien y lo que es el fuego en sí, no quedó mal del todo. Lo que pasa es que, en este caso, habría hecho la calavera con las alas. Como es lógico, supongo que en aquella época también se me pasaría por la cabeza, pero al ser un pantalón con tantos tonos oscuros, no se habría apreciado lo suficiente y habría perdido mucha visibilidad. Esa idea es para una cazadora vaquera, por ejemplo.
Y en toda la espalda, cual parche.
Demasiado pequeño, ¿verdad? Para ser lo que es, la verdad es que, cualquiera diría que sí. Pero también es cierto que lo compensa tanto colorido, que hace más visible.
En realidad, teniendo en cuenta cuándo se hizo y empecé (y dí por acabado) este pantalón, lo curioso es que Xentrix ya estaba ahí y estaba lo suficiente como para que tuviesen un lugar en el pantalón.
Esa es la lectura que se desprende.
Seguro que si la banda pudiese leer estas líneas, se sentirían orgullosos.
Tal vez lo elegí por el color en tonalidades verdes, que seguían la línea de otros logos llenos de difuminados. Se nota que éste fue el último, porque es el más logrado. Los degradados están mejor conseguidos que los otros. Deduzco que con éste último diseño, dí por concluída la obra. Podría e, incluso diría, que debería haber continuado.
Si no seleccioné Walls of Jericho, es porque también lo había elegido para la chaqueta.
El pantalón fue comprado en El Rastro de Madrid, con el propósito de resguardarme del frío en las acampadas y campamentos y aprovechando la coyuntura para vestirme de forma un poco beligerante.
En una tarde de aburrimiento, cogí una chaqueta, también del mismo estilo, pero verde uniforme, sin trazas de camuflaje, y dí rienda suelta a la imaginación.
Con el tiempo pensé que sería buena idea hacer lo mismo con los pantalones, y comencé una pernera. Luego la otra. Y después encadené diseños, según me venía en gana. Considero que no están en absoluto terminados, pero llevan así la friolera de veinte años y no veo que continuar tenga sentido.
Tal vez empezar otros, sí.
Aunque ir de camuflaje está de moda, tal vez no elegiría ese estampado ni esa prenda. Tal vez una chaqueta lisa, un tres cuartos o una parka.
Empecé haciendo el logo de Metallica y pensé que en la otra pierna lo suyo era hacer el de Megadeth, por varios motivos. Primero porque ambas me gustaban mucho por aquel entonces y segundo porque el equilibrio simétrico me llamaba sobremanera.
Es evidente que el tamaño y el posicionamiento rompe esa simetría, y es algo en lo que no caí desde un principio. O no me dí cuenta. O me dió igual. No lo recuerdo.
Lo importante es que los diseños quedaron muy bien y con el paso del tiempo no se han deteriorado demasiado. También es cierto que no los he lavado y sólo los usé una única vez.
Visto ahora, tal vez la zona de la derecha no haya quedado perfecta en el difuminado. A día de hoy, creo que me habría quedado mejor si lo hiciese de nuevo. Pero he de reconocer que el resultado me gusta. Probablemente ahora elegiría el diseño de Master of Pupets para el logo, ya que es más fácil de realizar e incluso corregir defectos, ya que todo gira en torno a tonalidades de blanco.
El logo de megadeth quedó mejor, ya que fue el segundo y la técnica había mejorado con la práctica. También es cierto que el degradado es más sencillo. Viéndolo ahora, tal vez habría hecho la mano de Vic Rattlehead más grande o simplemente, no habría dibujado la mano. No sé.
En parte me gusta, pero por otro lado parece un poco fuera de contexto.
El logo de Skid Row es sencillo y creo recordar que tardé poco en hacerlo. Basta con hacer las letras por encima e ir, poco a poco, atinando. Una vez terminado el color rojo, se bordea con una fina línea blanca. Los desconchones de la pared fue un añadido con cierto aire callejero.
Algo tenía que hacer de Sodom pero, tras realizar el logo de Metallica, no quería trabajar tanto el color azul en degradados y, por el tamaño, hacer un motivo de Agent Orange era muy arriesgado. En la chaqueta ya hice alusión a Better off Dead, de modo que continué con el azul.
No me convence mucho el resultado, porque me da la sensación de que no está todo lo conseguido que podría. Pero está bien.
En pleno año de Demanufacture, Fear Factory estaba en mis auriculares día sí, día también. El logo está hecho un poco a ojo, porque es evidente que no tiene demasiadas posibilidades. Es sencillo y no tiene más que un único color.
De modo que lo adorné con un código de barras que quedó demasiado pequeño.
No entiendo cómo no se me ocurrió hacer la fantástica portada de las costillas enfrentadas al código de barras... es incluso digno de un tatuaje. Y grande.
Me gusta la simbología y el paradigma que encierra el concepto.
En cualquier caso, a día de hoy, Fear Factory, no me inspira tanto.
Como ya digo, han pasado veinte años, y a día de hoy, Overkill tendría su pernera entera. Esto es así.
Lo que no haría sería el fuego. Queda muy bien y lo que es el fuego en sí, no quedó mal del todo. Lo que pasa es que, en este caso, habría hecho la calavera con las alas. Como es lógico, supongo que en aquella época también se me pasaría por la cabeza, pero al ser un pantalón con tantos tonos oscuros, no se habría apreciado lo suficiente y habría perdido mucha visibilidad. Esa idea es para una cazadora vaquera, por ejemplo.
Y en toda la espalda, cual parche.
Demasiado pequeño, ¿verdad? Para ser lo que es, la verdad es que, cualquiera diría que sí. Pero también es cierto que lo compensa tanto colorido, que hace más visible.
En realidad, teniendo en cuenta cuándo se hizo y empecé (y dí por acabado) este pantalón, lo curioso es que Xentrix ya estaba ahí y estaba lo suficiente como para que tuviesen un lugar en el pantalón.
Esa es la lectura que se desprende.
Seguro que si la banda pudiese leer estas líneas, se sentirían orgullosos.
Tal vez lo elegí por el color en tonalidades verdes, que seguían la línea de otros logos llenos de difuminados. Se nota que éste fue el último, porque es el más logrado. Los degradados están mejor conseguidos que los otros. Deduzco que con éste último diseño, dí por concluída la obra. Podría e, incluso diría, que debería haber continuado.
Si no seleccioné Walls of Jericho, es porque también lo había elegido para la chaqueta.
Visión frontal del pantalón. |
domingo, 18 de agosto de 2013
Axel Rudi Pell - Circle of the Oath - crítica - review
DISCO: CIRCLE OF THE OATH
AUTOR: AXEL RUDI PELL
FECHA DE PUBLICACIÓN: 23 de Abril de 2012
Si en 2010 fue ”The Crest” y en 2011
”The Ballads IV”, este año toca disco nuevo de Axel Rudi Pell. No es que
yo lo diga. Premoniciones en tiempo pasado aparte, y con el disco en la
mano, lo cierto es que no suele haber un año que Axel no edite algo.
Siempre digo que me parece estupendo porque soy un fiel seguidor y como
tal, me encargo de realizar la crítica con alegría.
Al margen de hacer la crítica de forma voluntaria y desde un punto de vista positivo por ser seguidor y “objetivo” por estar empapado en su obra, lo cierto es que siempre se presenta algo sencillo eso de hacer una crítica del guitarrista alemán.
Al fin y al cabo es probablemente uno de los músicos más predecibles que hay en la actualidad del Heavy/ Rock. En determinadas circunstancias esto podría interpretarse como algo negativo y en otras, en cambio, como algo positivo. Este podría ser uno de los mejores ejemplos para tratar de ver el vaso medio lleno o medio vacío.
El esquema de “Circle of the Oath” es predecible, tanto en continente como en contenido: la intro da paso a un corte rápido y excitante. Luego una composición muy rockera y pegadiza, que da paso a otra que sigue esa misma línea, pero tal vez menos memorable. El quinto corte es el que da nombre al disco: es más largo, con más interludios y partes enriquecedoras que suelen convertir la pieza en una introspección. Otro tema rápido y pegadizo que despierta del letargo pero que empieza melódico, con un característico crescendo. Otro corte a medio tiempo de duración prolongada, una balada impresionante, un corte hardrockero de los buenos y un último tema que suele despedir el disco con melancolía, partes melódicas, momentos instrumentales, melodías familiares y todo ello sin prisa, que a nadie le gustan las despedidas.
Supongo que entenderéis que no tenga mucho más que decir.
Para resumir y decir abiertamente lo que me ha parecido, lo cierto es que es una de las notas más sencillas de las que me toca poner en una crítica. El disco es bueno, por tanto, está “bien”. A veces lo de la nota es más complicado de lo que debiera, pero con Axel Rudi Pell, un bien es un excelente, teniendo en cuenta que lleva toda una carrera regalándonos cosas que, como mínimo, siempre han sido “buenas”. Johnny Gioeli convierte este sencillo 6 en algo inolvidable, como siempre. Tener un line up que no ha cambiado en los últimos doce años hace que la música fluya.
Al margen de hacer la crítica de forma voluntaria y desde un punto de vista positivo por ser seguidor y “objetivo” por estar empapado en su obra, lo cierto es que siempre se presenta algo sencillo eso de hacer una crítica del guitarrista alemán.
Al fin y al cabo es probablemente uno de los músicos más predecibles que hay en la actualidad del Heavy/ Rock. En determinadas circunstancias esto podría interpretarse como algo negativo y en otras, en cambio, como algo positivo. Este podría ser uno de los mejores ejemplos para tratar de ver el vaso medio lleno o medio vacío.
El esquema de “Circle of the Oath” es predecible, tanto en continente como en contenido: la intro da paso a un corte rápido y excitante. Luego una composición muy rockera y pegadiza, que da paso a otra que sigue esa misma línea, pero tal vez menos memorable. El quinto corte es el que da nombre al disco: es más largo, con más interludios y partes enriquecedoras que suelen convertir la pieza en una introspección. Otro tema rápido y pegadizo que despierta del letargo pero que empieza melódico, con un característico crescendo. Otro corte a medio tiempo de duración prolongada, una balada impresionante, un corte hardrockero de los buenos y un último tema que suele despedir el disco con melancolía, partes melódicas, momentos instrumentales, melodías familiares y todo ello sin prisa, que a nadie le gustan las despedidas.
Supongo que entenderéis que no tenga mucho más que decir.
Para resumir y decir abiertamente lo que me ha parecido, lo cierto es que es una de las notas más sencillas de las que me toca poner en una crítica. El disco es bueno, por tanto, está “bien”. A veces lo de la nota es más complicado de lo que debiera, pero con Axel Rudi Pell, un bien es un excelente, teniendo en cuenta que lleva toda una carrera regalándonos cosas que, como mínimo, siempre han sido “buenas”. Johnny Gioeli convierte este sencillo 6 en algo inolvidable, como siempre. Tener un line up que no ha cambiado en los últimos doce años hace que la música fluya.
Xentrix - 25/04/2012
Ver en Metal4All
domingo, 11 de agosto de 2013
Running Wild - Shadow Maker - crítica - review
DISCO: SHADOWMAKER
AUTOR: RUNNING WILD
FECHA DE PUBLICACIÓN: 23 de Abril de 2012
Hace apenas tres años, Rolf Kasparek
(Rock ´N´ Rolf), anunciaba la despedida de los escenarios de Running
Wild. La noticia tenía credibilidad, ya que se hizo por todo lo alto y
se grabó un concierto a modo de despedida, aunque el anuncio del último
concierto, concertado para el Wacken Open Air de ese año, sentó muy mal a
los fans, ya que las entradas estaban agotadas.
Treinta años y trece discos de estudio era el legado que dejaba esta grandísima formación de Hamburgo.
La jubilación le había llegado a Running Wild y a Adrian, su mascota e insignia. Era de suponer que el cansancio y la falta de ideas habían conducido a Rolf a tomar la decisión más lógica: el retiro.
Hace unos meses, en Octubre del pasado año, Rolf nos dice que Running Wild vuelve… Supongo que cada persona tendrá una opinión al respecto. Yo no he leído ningún comunicado ni me he molestado en saber los motivos por los que Rolf Kasparek ha decidido reunir a su banda. De lo que estoy seguro es que cuando decidió disolver la formación lo hizo con sinceridad y he querido pensar desde un principio que, reunir Running Wild no ha sido una maniobra mediática por diferentes motivos:
Primero porque quiero creer en la honestidad del señor Kasparek; segundo, porque la banda es suya y me parece lícito volver a trabajar; tercero, porque Running Wild tampoco es una marca con tirón como para hacer algo así (véase Judas Priest, Scorpions o Aerosmith); y por último porque veo factible que hace tres años la decisión se hiciese por motivos sinceros y que tiempo después se haya dado cuenta de que la música es su vida, que tiene ideas nuevas y que, ¿qué demonios? Aún tiene algo que ofrecer.
Llegados a este punto lo primero que me imaginé es que, si Running Wild traía un nuevo disco, iba a ser con unas ideas que iban a callar todas las bocas que pudiesen decir que había sido todo una maniobra para llamar la atención. Y el mejor modo de acallar esas voces es dando a luz una obra digna del regreso de un grande.
…Pues qué decepción. Sólo la portada, echa para atrás. A buen seguro que el contraste del negro y plateado da mucho juego para presentar algo llamativo a la hora de manufacturar el disco, pero hay una gran diferencia entre lo sencillo y lo simplón. Y la portada de “Shadowmaker”, es simplona. Running Wild vuelve, pero Adrian, no.
En el aspecto musical y tras superar el susto de los primero segundos de intro, sin duda una broma de mal gusto, nos adentramos en un trabajo que, de forma global, es bastante lineal. Es cierto que las introducciones a veces son algo que acaba cayendo en el olvido y a la hora de escuchar el disco siempre se termina por poner directamente en el segundo corte, pero Running Wild siempre ha sido amigo de regalar partes memorables para ambientar sus obras.
Si bien es cierto que Running Wild se ha caracterizado por elaborar unos cortes de unas pautas muy claras, no hay riesgo en este Shadowmaker: la pauta es la redundancia, rota por destellos inspirados en tiempos pasados. El problema, bajo mi punto de vista, es que las canciones de forma individual no exprimen todo el potencial compositivo que Kasparek podría darnos y que ya ha dejado plasmado en discos anteriores.
Por otro lado, el sonido, que con el paso de los años se ha ido sintetizando disco tras disco, ha alcanzado cotas en las que da la sensación de que el abuso de la electrónica es excesivo. Ya en los últimos discos, The Brotherhood y Rogues en Vogue el sonido había perdido naturalidad, pero es en Shadowmaker donde se nota más esa involución.
Para combatir la piratería y ofrecer algo que Internet no puede, se han editado diferentes formatos para llamar la atención de forofos coleccionistas. De este modo, hay ediciones para todos los gustos:
Primera edición limitada – CD + DVD (que incluye making of y audiocomentario de las canciones) en caja negra con impresión plateada y funda.
Edición vinilo – Gatefold de 2 vinilos transparentes.
Boxset edición limitada – Box que incluye las dos ediciones anteriores, póster, postal, pegatina y libro de 30 páginas en formato vinilo. (1500 copias)
Como es lógico y de esperar, sólo el tiempo y un número ilimitado de escuchas es lo que realmente puede dar a conocer este disco. Hablar de un trabajo habiéndolo escuchado lo justo, merma mucho la imparcialidad y ojalá me equivoque, pero cuando me enteré que Running Wild volvía, pensé que sería por todo lo alto. Tal vez haya futuras mejoras y el hecho de que quepa esa posibilidad, eso sí: es un notición.
“…We are Running Wild.
Me and the boys, we love that noise.
Me and the boys, we are going crazy.
Me and the boys, we make that noise.
´Cause Rock ´n Roll is our choice”
Treinta años y trece discos de estudio era el legado que dejaba esta grandísima formación de Hamburgo.
La jubilación le había llegado a Running Wild y a Adrian, su mascota e insignia. Era de suponer que el cansancio y la falta de ideas habían conducido a Rolf a tomar la decisión más lógica: el retiro.
Hace unos meses, en Octubre del pasado año, Rolf nos dice que Running Wild vuelve… Supongo que cada persona tendrá una opinión al respecto. Yo no he leído ningún comunicado ni me he molestado en saber los motivos por los que Rolf Kasparek ha decidido reunir a su banda. De lo que estoy seguro es que cuando decidió disolver la formación lo hizo con sinceridad y he querido pensar desde un principio que, reunir Running Wild no ha sido una maniobra mediática por diferentes motivos:
Primero porque quiero creer en la honestidad del señor Kasparek; segundo, porque la banda es suya y me parece lícito volver a trabajar; tercero, porque Running Wild tampoco es una marca con tirón como para hacer algo así (véase Judas Priest, Scorpions o Aerosmith); y por último porque veo factible que hace tres años la decisión se hiciese por motivos sinceros y que tiempo después se haya dado cuenta de que la música es su vida, que tiene ideas nuevas y que, ¿qué demonios? Aún tiene algo que ofrecer.
Llegados a este punto lo primero que me imaginé es que, si Running Wild traía un nuevo disco, iba a ser con unas ideas que iban a callar todas las bocas que pudiesen decir que había sido todo una maniobra para llamar la atención. Y el mejor modo de acallar esas voces es dando a luz una obra digna del regreso de un grande.
…Pues qué decepción. Sólo la portada, echa para atrás. A buen seguro que el contraste del negro y plateado da mucho juego para presentar algo llamativo a la hora de manufacturar el disco, pero hay una gran diferencia entre lo sencillo y lo simplón. Y la portada de “Shadowmaker”, es simplona. Running Wild vuelve, pero Adrian, no.
En el aspecto musical y tras superar el susto de los primero segundos de intro, sin duda una broma de mal gusto, nos adentramos en un trabajo que, de forma global, es bastante lineal. Es cierto que las introducciones a veces son algo que acaba cayendo en el olvido y a la hora de escuchar el disco siempre se termina por poner directamente en el segundo corte, pero Running Wild siempre ha sido amigo de regalar partes memorables para ambientar sus obras.
Si bien es cierto que Running Wild se ha caracterizado por elaborar unos cortes de unas pautas muy claras, no hay riesgo en este Shadowmaker: la pauta es la redundancia, rota por destellos inspirados en tiempos pasados. El problema, bajo mi punto de vista, es que las canciones de forma individual no exprimen todo el potencial compositivo que Kasparek podría darnos y que ya ha dejado plasmado en discos anteriores.
Por otro lado, el sonido, que con el paso de los años se ha ido sintetizando disco tras disco, ha alcanzado cotas en las que da la sensación de que el abuso de la electrónica es excesivo. Ya en los últimos discos, The Brotherhood y Rogues en Vogue el sonido había perdido naturalidad, pero es en Shadowmaker donde se nota más esa involución.
Para combatir la piratería y ofrecer algo que Internet no puede, se han editado diferentes formatos para llamar la atención de forofos coleccionistas. De este modo, hay ediciones para todos los gustos:
Primera edición limitada – CD + DVD (que incluye making of y audiocomentario de las canciones) en caja negra con impresión plateada y funda.
Edición vinilo – Gatefold de 2 vinilos transparentes.
Boxset edición limitada – Box que incluye las dos ediciones anteriores, póster, postal, pegatina y libro de 30 páginas en formato vinilo. (1500 copias)
Como es lógico y de esperar, sólo el tiempo y un número ilimitado de escuchas es lo que realmente puede dar a conocer este disco. Hablar de un trabajo habiéndolo escuchado lo justo, merma mucho la imparcialidad y ojalá me equivoque, pero cuando me enteré que Running Wild volvía, pensé que sería por todo lo alto. Tal vez haya futuras mejoras y el hecho de que quepa esa posibilidad, eso sí: es un notición.
“…We are Running Wild.
Me and the boys, we love that noise.
Me and the boys, we are going crazy.
Me and the boys, we make that noise.
´Cause Rock ´n Roll is our choice”
Xentrix - 25/04/2012
Ver en Metal4All
lunes, 5 de agosto de 2013
Crowdfunding
A día
de hoy, todos sabemos en qué consiste el
fenómeno crowdfunding. De hecho, se está financiando mucha cultura a través de
este sistema, en el que cualquier individuo anónimo se puede convertir en
mecenas.
Es un
concepto que se está poniendo de moda en ciertos sectores, sobretodo en el
musical.
Soy
consciente de que no estoy descubriendo nada nuevo. Ya todos sabemos qué se
mueve a través de este sistema de financiación no autofinanciada.
El caso es que, aunque estaba familiarizado con el tema, gracias a Internet, hace tres días empecé a planteármelo desde otro punto de vista...
Cualquiera puede entender que un grupo que está empezando quiera encontrar un método de financiación alternativa para prescindir de la imposibilidad de abrirse paso en este mundo de buitres corporativos.
Puedes
tener todo el talento del mundo pero, si no tienes suerte, tu canción puede
pasar desapercibida. O, incluso lo que podría decirse que es peor, romper la
barrera de las ventas una vez el artista no pueda disfrutar de los royalties
generados.
Pues
bien: hace solo tres días vi que Obituary, una banda mundialmente reconocida dentro de
unos ámbitos relativamente cerrados a la audiencia, buscaba financiación
privada para grabar su siguiente disco. No estoy hablando de un grupo de masas,
evidentemente, pero sí que os puedo asegurar que es un grupo con un
reconocimiento a nivel mundial, formada en el año 1985 en Tampa, Florida y que
cuenta con ocho discos en estudio, distintos directos y EP´s o, incluso,
formaciones paralelas.
Que
alguien quiera financiarse de forma particular, me induce a pensar en el
profundo cambio que se está produciendo en el mundo de la música.
Y digo
esto porque algo debe estar muy podrido dentro de la industria para que una
formación con un sonido tan excepcional dentro de su estilo quiera prescindir
de la/s discográfica/s de turno que le puedan asegurar una distribución a nivel
mundial. ¿O es que, precisamente, la discográfica en cuestión vive de las
rentas de vender lo que ya tiene un nombre creado a base de esfuerzo? Tal vez
los grupos se están dando cuenta de que el tema del márquetin, una vez has
conseguido afianzar un nombre y con una herramienta como es Internet, tal vez
no sea tan necesario dejarlo en manos de expertos, que al fin y al cabo, van a
gastar una ínfima cantidad de dinero en cuñas publicitarias para dar a conocer
un producto que en realidad puedes compartir en Twitter o Facebook con un
sencillo post que rece:
“Oíd, queridos amigos: vamos a sacar un disco nuevo.”
Yo lo
veo muy sencillo.
Una
discográfica, en definitiva, te ata a la hora de desarrollar tus ideas, ya que
siempre van a querer ir a lo seguro y conseguir la mayor relevancia mediática
posible, limitando, cortando, excluyendo o censurando.
Las tornas han cambiado.
Ahora yo, el artista,
utilizo las redes sociales para pedirles a mis fans que financien el disco que
quiero publicar, consiguiendo un capital privado interesado exclusivamente en
el producto artístico, de forma directa y, atentos a esto, pura.
Sin afán
de amasar dinero o buscar el beneficio fácil sin en realidad aportar nada.
Tú
aportas una cantidad X y, en base a esa cantidad, recibes algo a cambio, bien
sea el disco en sí, merchandising, entradas para conciertos o un meet and greet
con la banda.
Seamos sinceros: eso no tiene precio. Formas parte de la grabación del disco de tu grupo favorito o de un grupo al que, de una u otra manera, quieres mostrarle tu apoyo.
Seamos sinceros: eso no tiene precio. Formas parte de la grabación del disco de tu grupo favorito o de un grupo al que, de una u otra manera, quieres mostrarle tu apoyo.
Hasta
ahora usaba La Red
para tener acceso a toda la música o cine que podía, pero ahora he encontrado
la ilusión que había perdido. No es pagar 20 euros por un disco que tal vez me
guste o tal vez no. No es usar la red a modo de criba para poder elegir qué merece
ser comprado o qué no… Se trata de cambiar esa industria con la que no estoy de
acuerdo mientras muestro mi apoyo a lo que realmente me interesa: la música y
los artistas.
Y que todos esos crápulas que viven en mansiones y conducen Ferraris empiecen a buscarse la vida de otra manera.
Y que todos esos crápulas que viven en mansiones y conducen Ferraris empiecen a buscarse la vida de otra manera.
La
piratería nos ha traído algo bueno y es que tenemos que tirar de imaginación.
Mi
intención es colaborar con 50 euros en esta campaña de crowdfunding en cuestión.
Es más de lo que en realidad puedo permitirme, pero me ha llenado tanto de
ilusión, que quiero hacerlo.
domingo, 4 de agosto de 2013
Angelus Apatrida - The Call - crítica - review
DISCO: THE CALL
AUTOR: ANGELUS APATRIDA
FECHA DE PUBLICACIÓN: 30 de Abril de 2012
Dos años han pasado desde que Angelus
Apatrida lanzase su tercer álbum y primero dentro de una gran compañía.
Clockwork era el pasaporte que les abrió las aduanas y desde entonces es
un grupo con reconocimiento a nivel mundial. Lo que nunca se puede
prever es qué le depara el futuro a un disco. Uno escucha un par de
veces una obra y tiene que dar su impresión después de tan sesgado
disfrute. Cuando hice eso con Clockwork, pequé de positivismo: dos años
después el disco no me parece que sea como para la nota que en su
momento disfrutó: un 8.5. Es el paso del tiempo lo que hace que una obra
musical pase a ser más o menos importante. Por ejemplo, Clockwork, no
ha mejorado con el paso del tiempo, cosa que en su momento no habría
podido imaginarme. El sonido me sigue pareciendo muy mejorable y los
temas no llegan al nivel que me habría gustado y que sí creo que tiene
Give´em War. En aquella pensé que el tiempo mejoraría la perspectiva en
ambos aspectos, pero no he conseguido que ese planteamiento se disipe.
The Call ha encendido las redes sociales y #TheCall es un Trending Topic incandescente en Twitter. “You Are Next”, tema de apertura de este redondo, fue colgado en Youtube como adelanto, para regocijo de fans y detractores. Yo lo escuché, me quedé como estaba y decidí no abrir la boca. Ahora ya hay vídeo oficial.Mientras, me mantenía a la espera, intentando buscar la manera de poder escuchar “The Call”. Al final llegó la promo y poco me faltó para ponerme el disco… Como me considero una persona íntegra, pues he de ser sincero y reflejar mis sensaciones tal y como las he vivido y experimentado. De ése modo, si dentro de un par de años el tiempo dice lo contrario, me refugiaré en la excusa de haber sido transparente: Si “The Call” fuese un individuo con el que mantienes una conversación, sin duda lo que dura “You Are Next”, “At The Gates Of Hell” y “Violent Down”, sería la conversación más aburrida que se pueda tener con una persona. Hablaría incluso en términos de “conversación de ascensor” si no fuese porque las conversaciones de ascensor son incluso agradablemente más cortas.
Como soy un tío de principios, dejé patente mi descontento en Twitter y así lo dije, a las claras: “Que a un thrasher como yo no le esté gustando #TheCall de @AngelusApatrida, qué significa?" Como es lógico, la propia banda me pidió paciencia y más escuchas, algo que, por el simple hecho de tener el privilegio de poder escribir estas líneas, se convierte en una responsabilidad y, por tanto, una obligación. Lo curioso es que, cuando hice ese comentario, había tenido que dejar el disco a un lado y lo retomé después con “It´s Rising!” y, sorpresa, “Blood On The Snow”… Y entonces, todo cambió.
Si los tres primeros cortes del disco se me antojaron aburridos, es porque (y de esto me he dado cuenta con más escuchas) tanto la voz de Guillermo como los riffs de guitarra y el sonido suenan menos a Angelus Apatrida de lo que cabría esperar. La ejecución y técnica son perfectos, pero a la hora de componer, me da la sensación de que han abusado de los clichés propios del género para que el inicio del disco sea sencillo, pensando más en la muñeca ejecutora como herramienta que en lo que se está ejecutando. Y ¿el sonido? Excepcional. Así lo suelto porque así es. No pretendo darme la razón, pero con esto se concluye que, efectivamente, “Clockwork” era mejorable en ese sentido. Lo bueno es que lo han mejorado en “The Call”.
…Pero con “Blood On The Snow”, todo cambia. Ahí considero que se produce el cambio que anhelaba: llegados a ese punto, Angelus Apatrida empieza a sonar a Angelus Apatrida. Al menos a los Angelus Apatrida que me cautivaron en su momento: Los de “Give´Em War”. Ahora toda esa rabia contenida es canalizada con una buena intro, un riff aplastante y Guillermo, por fin, cantando como él sabe. Un cambio de ritmo para hacer un gran bridge, y un estribillo con un arreglo estupendo… Este tema sí tiene gancho. El interludio, con un cambio de ritmo y una voz en fade-out, que da paso a una parte vocal de las que sientan cátedra en lo que a actitud se refiere y el solo de guitarra.
Después, todo se encadena solo. A partir de aquí, parece que el disco empieza a fluir como era de esperar. “Killer Instinct” llama la atención por la combinación de las notas en quintas graves y agudas en el mismo riff. El cambio de ritmo a mitad de tema ayuda mucho a pegar la oreja, mover el cuello y seguir disfrutando. “The Hope Is Gone” tiene la curiosidad de empezar de forma aplastante y continuar con lo que podríamos llamar, sin riesgo a errar, pura inspiración de Overkill. Lo bueno de madurar es saber qué te ilumina y mostrar al mundo cómo has crecido. Cuidado, o el Ángel de la muerte quemará tu alma. “Fresh Pleasure” sigue esa línea trazada con esmero, mezclando tempos a medio gas con el frenetismo más salvaje.
A la hora de inspirarse para las letras, para un grupo siempre es sencillo mirar a su alrededor y contar experiencias de su cotidianeidad. Como buen grupo español, su idiosincrasia, al igual que el resto de ciudadanos pasa por soportar continuas corruptelas, chanchullos varios y políticas socialmente devastadoras… Así nos lo contaron hace ya cinco años con “Corruption” en su segunda obra “Give´em War” y, para sorpresa de todos, así sigue siendo un lustro después. “Corruption in your city hall. Infection of your freedom” Nada cambia: los corruptos siguen siendo corruptos. “Still Corrupt”.
Para despedirse, el corte de más duración es el elegido, tratando de prolongar el inevitable final. Un tema con muchas y diferentes influencias, que brindan a la composición de partes muy variadas en gusto, inspiración y velocidad.
La segunda escucha no hace que la primera impresión varíe, a excepción de algo que, al llamar mi atención, hizo que el disco, en vez de presentarse en el quinto tema, lo hiciese antes por tener una atmósfera que me recordaba mucho a los Pantera de “Power Metal” o “Cowboys From Hell”. El estribillo destila fuerza y voz. De este modo, lo que al principio se barruntaba una absoluta decepción, se transforma en un setenta por cien con sólo dos escuchas. No puedo poner la mano en el fuego, pero si el sonido ha mejorado, los temas siguen teniendo calidad y no hay precipitación, a la fuerza tiene que ser mejor que “Clockwork”. Lo de la nota, dejémoslo en algo anecdótico. Digamos que me equivoqué hace dos años. Y si “The Call” es un 8.5 hoy, que sea porque creo que Guillermo, David, José y Víctor pueden darnos algo aún mejor. Espero que nadie me censure por ser exigente.
Siguientes escuchas mejoran la primera impresión, pero sigo pensando que los tres primeros temas son los peores del disco y que el mejor es “Blood On The Snow”, sin duda el corte que me induce a practicar “air guitar” cada vez que suena. Que no digo que sean malos en absoluto: lo que pretendo transmitir es que están muy bien ejecutados, pero la inspiración no es tan buena como en el resto del disco. El que crea que son buenísimos y que el adelanto “You Are Next” es una apisonadora, se verá gratamente sorprendido. Los que se sientan defraudados, como me pasó a mi, alentarles a seguir el periplo musical, porque merece la pena y a invertir su tiempo en más escuchas.
Que haya una gira de 3 Inches Of Blood, Goatwhore, Angelus Apatrida y Havok y que no pase por España es una total y absoluta vergüenza. En ningún momento voy a responsabilizar a la banda, porque me consta que estarían encantados de participar en semejante cartel en su propio país y probablemente la decisión no haya pasado por sus manos… Pero no deja de convertirnos, de nuevo y por otros motivos, en un país de tercera.
Una semana después de haber podido empezar a disfrutar la promo, he llegado a la conclusión de que la paciencia y unas cuantas escuchas ponen a cada uno en su sitio…
Me voy a la tienda a por The Call. En cuanto a que sea el disco del año, como se está diciendo, tengo que romper una lanza a favor de la cordura y aplacar esas voces. Overkill, Kreator, Aggression… y sólo de Thrash Metal. Todo a su tiempo.
The Call ha encendido las redes sociales y #TheCall es un Trending Topic incandescente en Twitter. “You Are Next”, tema de apertura de este redondo, fue colgado en Youtube como adelanto, para regocijo de fans y detractores. Yo lo escuché, me quedé como estaba y decidí no abrir la boca. Ahora ya hay vídeo oficial.Mientras, me mantenía a la espera, intentando buscar la manera de poder escuchar “The Call”. Al final llegó la promo y poco me faltó para ponerme el disco… Como me considero una persona íntegra, pues he de ser sincero y reflejar mis sensaciones tal y como las he vivido y experimentado. De ése modo, si dentro de un par de años el tiempo dice lo contrario, me refugiaré en la excusa de haber sido transparente: Si “The Call” fuese un individuo con el que mantienes una conversación, sin duda lo que dura “You Are Next”, “At The Gates Of Hell” y “Violent Down”, sería la conversación más aburrida que se pueda tener con una persona. Hablaría incluso en términos de “conversación de ascensor” si no fuese porque las conversaciones de ascensor son incluso agradablemente más cortas.
Como soy un tío de principios, dejé patente mi descontento en Twitter y así lo dije, a las claras: “Que a un thrasher como yo no le esté gustando #TheCall de @AngelusApatrida, qué significa?" Como es lógico, la propia banda me pidió paciencia y más escuchas, algo que, por el simple hecho de tener el privilegio de poder escribir estas líneas, se convierte en una responsabilidad y, por tanto, una obligación. Lo curioso es que, cuando hice ese comentario, había tenido que dejar el disco a un lado y lo retomé después con “It´s Rising!” y, sorpresa, “Blood On The Snow”… Y entonces, todo cambió.
Si los tres primeros cortes del disco se me antojaron aburridos, es porque (y de esto me he dado cuenta con más escuchas) tanto la voz de Guillermo como los riffs de guitarra y el sonido suenan menos a Angelus Apatrida de lo que cabría esperar. La ejecución y técnica son perfectos, pero a la hora de componer, me da la sensación de que han abusado de los clichés propios del género para que el inicio del disco sea sencillo, pensando más en la muñeca ejecutora como herramienta que en lo que se está ejecutando. Y ¿el sonido? Excepcional. Así lo suelto porque así es. No pretendo darme la razón, pero con esto se concluye que, efectivamente, “Clockwork” era mejorable en ese sentido. Lo bueno es que lo han mejorado en “The Call”.
…Pero con “Blood On The Snow”, todo cambia. Ahí considero que se produce el cambio que anhelaba: llegados a ese punto, Angelus Apatrida empieza a sonar a Angelus Apatrida. Al menos a los Angelus Apatrida que me cautivaron en su momento: Los de “Give´Em War”. Ahora toda esa rabia contenida es canalizada con una buena intro, un riff aplastante y Guillermo, por fin, cantando como él sabe. Un cambio de ritmo para hacer un gran bridge, y un estribillo con un arreglo estupendo… Este tema sí tiene gancho. El interludio, con un cambio de ritmo y una voz en fade-out, que da paso a una parte vocal de las que sientan cátedra en lo que a actitud se refiere y el solo de guitarra.
Después, todo se encadena solo. A partir de aquí, parece que el disco empieza a fluir como era de esperar. “Killer Instinct” llama la atención por la combinación de las notas en quintas graves y agudas en el mismo riff. El cambio de ritmo a mitad de tema ayuda mucho a pegar la oreja, mover el cuello y seguir disfrutando. “The Hope Is Gone” tiene la curiosidad de empezar de forma aplastante y continuar con lo que podríamos llamar, sin riesgo a errar, pura inspiración de Overkill. Lo bueno de madurar es saber qué te ilumina y mostrar al mundo cómo has crecido. Cuidado, o el Ángel de la muerte quemará tu alma. “Fresh Pleasure” sigue esa línea trazada con esmero, mezclando tempos a medio gas con el frenetismo más salvaje.
A la hora de inspirarse para las letras, para un grupo siempre es sencillo mirar a su alrededor y contar experiencias de su cotidianeidad. Como buen grupo español, su idiosincrasia, al igual que el resto de ciudadanos pasa por soportar continuas corruptelas, chanchullos varios y políticas socialmente devastadoras… Así nos lo contaron hace ya cinco años con “Corruption” en su segunda obra “Give´em War” y, para sorpresa de todos, así sigue siendo un lustro después. “Corruption in your city hall. Infection of your freedom” Nada cambia: los corruptos siguen siendo corruptos. “Still Corrupt”.
Para despedirse, el corte de más duración es el elegido, tratando de prolongar el inevitable final. Un tema con muchas y diferentes influencias, que brindan a la composición de partes muy variadas en gusto, inspiración y velocidad.
La segunda escucha no hace que la primera impresión varíe, a excepción de algo que, al llamar mi atención, hizo que el disco, en vez de presentarse en el quinto tema, lo hiciese antes por tener una atmósfera que me recordaba mucho a los Pantera de “Power Metal” o “Cowboys From Hell”. El estribillo destila fuerza y voz. De este modo, lo que al principio se barruntaba una absoluta decepción, se transforma en un setenta por cien con sólo dos escuchas. No puedo poner la mano en el fuego, pero si el sonido ha mejorado, los temas siguen teniendo calidad y no hay precipitación, a la fuerza tiene que ser mejor que “Clockwork”. Lo de la nota, dejémoslo en algo anecdótico. Digamos que me equivoqué hace dos años. Y si “The Call” es un 8.5 hoy, que sea porque creo que Guillermo, David, José y Víctor pueden darnos algo aún mejor. Espero que nadie me censure por ser exigente.
Siguientes escuchas mejoran la primera impresión, pero sigo pensando que los tres primeros temas son los peores del disco y que el mejor es “Blood On The Snow”, sin duda el corte que me induce a practicar “air guitar” cada vez que suena. Que no digo que sean malos en absoluto: lo que pretendo transmitir es que están muy bien ejecutados, pero la inspiración no es tan buena como en el resto del disco. El que crea que son buenísimos y que el adelanto “You Are Next” es una apisonadora, se verá gratamente sorprendido. Los que se sientan defraudados, como me pasó a mi, alentarles a seguir el periplo musical, porque merece la pena y a invertir su tiempo en más escuchas.
Que haya una gira de 3 Inches Of Blood, Goatwhore, Angelus Apatrida y Havok y que no pase por España es una total y absoluta vergüenza. En ningún momento voy a responsabilizar a la banda, porque me consta que estarían encantados de participar en semejante cartel en su propio país y probablemente la decisión no haya pasado por sus manos… Pero no deja de convertirnos, de nuevo y por otros motivos, en un país de tercera.
Una semana después de haber podido empezar a disfrutar la promo, he llegado a la conclusión de que la paciencia y unas cuantas escuchas ponen a cada uno en su sitio…
Me voy a la tienda a por The Call. En cuanto a que sea el disco del año, como se está diciendo, tengo que romper una lanza a favor de la cordura y aplacar esas voces. Overkill, Kreator, Aggression… y sólo de Thrash Metal. Todo a su tiempo.
Xentrix - 25/04/2012
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miércoles, 31 de julio de 2013
Cantantes favoritos
Que no voy a hablar de "los mejores", porque es caer en saco roto.
Que mi intención es mencionar mis favoritos. Los que más me gustan. Y, aunque son muchos, porque muchos son los que me inspiran y me hacen disfrutar en diferentes momentos, los que más me gustan de forma general son estos...
Podría mencionar otros cantantes que, sin duda, mi conciencia me pide que estén, pero tengo que ser consecuente con lo que escucho, con lo que consumo y con lo que siento. Los habrá más grandes, los habrá mejores y los habrá con más nombre: pero, si no los escucho con regularidad, en realidad es como si no fuesen grandes, ¿no creéis?
Él solo puede llenar una canción con sólo su voz. Así lo ha demostrado en pasajes de canciones de Axel Rudi Pell, como la intro de Masquerade Ball, también perpetuado en otras introducciones a temas como el de All the Rest of My Life o Live for the King.
Es un cantante que puede transmitir mucha fuerza o bien puede cantar una balada y dejarte sin habla.
Me recuerda mucho a Freddy Mercury y no me extrañaría nada que culpa de que Johnny esté encima de un escenario la tenga Queen.
The Masquerade Ball (estudio)
Masquerade Ball (live)
Come Back to Me
All the Rest of my Life
Pay the Price
Beautiful Day (U2 cover)
The End of our Time
The Temple of the King (Rainbow cover)
Tear Down the Walls
Hot Cherie (Hardline)
Rhythm from a Red Car (Hardline)
Que mi intención es mencionar mis favoritos. Los que más me gustan. Y, aunque son muchos, porque muchos son los que me inspiran y me hacen disfrutar en diferentes momentos, los que más me gustan de forma general son estos...
Podría mencionar otros cantantes que, sin duda, mi conciencia me pide que estén, pero tengo que ser consecuente con lo que escucho, con lo que consumo y con lo que siento. Los habrá más grandes, los habrá mejores y los habrá con más nombre: pero, si no los escucho con regularidad, en realidad es como si no fuesen grandes, ¿no creéis?
Johnny Gioeli
Porque tiene fuerza, pasión, técnica, gusto y me llega.Él solo puede llenar una canción con sólo su voz. Así lo ha demostrado en pasajes de canciones de Axel Rudi Pell, como la intro de Masquerade Ball, también perpetuado en otras introducciones a temas como el de All the Rest of My Life o Live for the King.
Es un cantante que puede transmitir mucha fuerza o bien puede cantar una balada y dejarte sin habla.
Me recuerda mucho a Freddy Mercury y no me extrañaría nada que culpa de que Johnny esté encima de un escenario la tenga Queen.
The Masquerade Ball (estudio)
Masquerade Ball (live)
Come Back to Me
All the Rest of my Life
Pay the Price
Beautiful Day (U2 cover)
The End of our Time
The Temple of the King (Rainbow cover)
Tear Down the Walls
Hot Cherie (Hardline)
Rhythm from a Red Car (Hardline)
domingo, 28 de julio de 2013
Jeff Loomis - Plains of Oblivion - crítica - review
DISCO: PLAINS OF OBLIVION
AUTOR: JEFF LOOMIS
FECHA DE PUBLICACIÓN: 09 de Abril de 2012
Que Jeff Loomis decidiese abandonar
Nevermore junto con Van Williams fue un auténtico jarro de agua fría.
Para muchos… demasiados, diría, esta noticia pasaría inadvertida, ya que
Nevermore siempre ha sido uno de esos infravalorados grupos que la
gente ve con cierta curiosidad y a la que siempre se le ocurre un
“pero”.
Como por mi parte todo eran elogios e incluso diría que en la actualidad habían editado dos de los mejores discos de las últimas dos décadas, pues imaginad cómo me quedé.
Uno de los motivos que Jeff alegó para distanciarse de la formación que le había dejado madurar fue que quería explorar estilos más extremos. Lo que en un principio era una noticia aplastante, tenía cierto atisbo de esperanza y es que, al menos, la edad y la madurez artística inspiraban a un compositor de la talla de Jeff Loomis hacia estilos de los que esta clase de músicos suelen huir.
El intervalo de tiempo que transcurrió entre los dos discos de Nevermore que comentaba, (“This godless endeavor” y “The Obsidian conspiracy”) nos brindó sendos discos en solitario de sus más distinguibles enseñas: Warrel Dane, su vocalista y nuestro guitarrista en cuestión: Jeff Loomis.
Jeff fabricó “Zero Order Phase”, y dejó muy claro que su inspiración viene de distintos frentes, dejando muy claro que en la actualidad es único en su especie.
El que un día fuese elegido para acompañar a Dave Mustaine en Megadeth, pero demasiado joven para conseguir ese sueño, ha crecido junto a una banda que ha nacido con él y que ha sido capaz de ceder a otro mago de las seis cuerdas: Chris Broderick.
Para este reluciente “Plains of Oblivion”, dichas inspiraciones vienen de la mano de colaboraciones de auténtico lujo, como es el caso de Marty Friedman, Tony MacAlpine o Chris Poland. El que fuese su compañero, Attila Vörös, también se deja caer por este círculo dejando huella en el quinto corte.
La colaboración de Christine Rhoades, en el cuarto y octavo tema rompe la monotonía de la tónica instrumental en un disco de ocho canciones, aunque el virtuosismo jamás estuvo reñido con las partes vocales de una fémina. Y, para sorpresa de todos, la colaboración vocal no acaba ahí, ya que Ihsahn brinda la voz gutural a un disco lleno de armonía y fuerza por partes iguales.
Si no eres muy dado a los discos instrumentales, al menos te recomiendo echar un “vistazo” a esta monstruosidad, porque de verdad que lo merecen cortes como “Mercurial” o “Requiem For The Living”… pero, lo mejor de todo es que destacar estos dos no es por resaltarlos con respecto a los demás, porque bien podría haber seleccionado otros dos cualquiera para mi propósito.
Jeff es un maestro de la velocidad, pero lleno de exquisito gusto. Si algo echaba de menos el Heavy Metal era un elegido para coger el cetro de un reinado que hacía tiempo que no tenía un héroe. Después de una lista de guitarristas de gran fama mundial, hacía tiempo que la música instrumental había perdido tirón en la cultura extrema del Rock. La diferencia es que ahora las producciones son mejores y el sonido es espectacular.
Pues disfrutarlo de fondo, a todo volumen, en el coche o dando un paseo. Pero lo que está claro es que poner “Plains Of Oblivion” es disfrutar.
En Europa la fortuna nos sonríe con dos bonus tracks adornados con la voz de Christine Rhoads… ¿Se puede pedir más?
Como por mi parte todo eran elogios e incluso diría que en la actualidad habían editado dos de los mejores discos de las últimas dos décadas, pues imaginad cómo me quedé.
Uno de los motivos que Jeff alegó para distanciarse de la formación que le había dejado madurar fue que quería explorar estilos más extremos. Lo que en un principio era una noticia aplastante, tenía cierto atisbo de esperanza y es que, al menos, la edad y la madurez artística inspiraban a un compositor de la talla de Jeff Loomis hacia estilos de los que esta clase de músicos suelen huir.
El intervalo de tiempo que transcurrió entre los dos discos de Nevermore que comentaba, (“This godless endeavor” y “The Obsidian conspiracy”) nos brindó sendos discos en solitario de sus más distinguibles enseñas: Warrel Dane, su vocalista y nuestro guitarrista en cuestión: Jeff Loomis.
Jeff fabricó “Zero Order Phase”, y dejó muy claro que su inspiración viene de distintos frentes, dejando muy claro que en la actualidad es único en su especie.
El que un día fuese elegido para acompañar a Dave Mustaine en Megadeth, pero demasiado joven para conseguir ese sueño, ha crecido junto a una banda que ha nacido con él y que ha sido capaz de ceder a otro mago de las seis cuerdas: Chris Broderick.
Para este reluciente “Plains of Oblivion”, dichas inspiraciones vienen de la mano de colaboraciones de auténtico lujo, como es el caso de Marty Friedman, Tony MacAlpine o Chris Poland. El que fuese su compañero, Attila Vörös, también se deja caer por este círculo dejando huella en el quinto corte.
La colaboración de Christine Rhoades, en el cuarto y octavo tema rompe la monotonía de la tónica instrumental en un disco de ocho canciones, aunque el virtuosismo jamás estuvo reñido con las partes vocales de una fémina. Y, para sorpresa de todos, la colaboración vocal no acaba ahí, ya que Ihsahn brinda la voz gutural a un disco lleno de armonía y fuerza por partes iguales.
Si no eres muy dado a los discos instrumentales, al menos te recomiendo echar un “vistazo” a esta monstruosidad, porque de verdad que lo merecen cortes como “Mercurial” o “Requiem For The Living”… pero, lo mejor de todo es que destacar estos dos no es por resaltarlos con respecto a los demás, porque bien podría haber seleccionado otros dos cualquiera para mi propósito.
Jeff es un maestro de la velocidad, pero lleno de exquisito gusto. Si algo echaba de menos el Heavy Metal era un elegido para coger el cetro de un reinado que hacía tiempo que no tenía un héroe. Después de una lista de guitarristas de gran fama mundial, hacía tiempo que la música instrumental había perdido tirón en la cultura extrema del Rock. La diferencia es que ahora las producciones son mejores y el sonido es espectacular.
Pues disfrutarlo de fondo, a todo volumen, en el coche o dando un paseo. Pero lo que está claro es que poner “Plains Of Oblivion” es disfrutar.
En Europa la fortuna nos sonríe con dos bonus tracks adornados con la voz de Christine Rhoads… ¿Se puede pedir más?
lunes, 15 de julio de 2013
Long Live Heavy Metal - 3 Inches of Blood - Review
DISCO: LONG LIVE HEAVY METAL
AUTOR: 3 INCHES OF BLOOD
FECHA DE PUBLICACIÓN: 26 de marzo de 2012
Fue tras “Fire Up The Blades” cuando
perdí la pista a 3 Inches Of Blood. Su segundo trabajo, “Advance And
Vanquish” me maravilló hasta tal punto que me convertí en acérrimo
seguidor de la banda. Justo después, cuando Jamie Hooper abandonó la
banda, perdí cierto interés en estos canadienses. Tal vez no sea muy
lógico, pero lo cierto es que tenía la sensación de que, sin el punto
más brutal de las voces desgarradoras, tenía la sensación de que la
formación se quedaba coja y no ofrecía nada más que canciones inspiradas
en los años ochenta y otros grupos como Iron Maiden, Accept y Running
Wild.
Cierto o no, el caso es que su cuarto trabajo no he llegado a escucharlo. Tal vez sea por la falta de ilusión a la hora de escuchar otros discos recientes u otras nuevas formaciones lo que me ha despertado la curiosidad por este “Long Live Heavy Metal”, pero la cuestión es que aquí estoy y lo tengo delante.
Tras haber tenido el privilegio de haber escuchado el disco un par de veces, que no da para mucho, puedo decir con la voz muy alta, que 3 Inches Of Blood ha sacado un disco extremadamente brillante. Cierto es que sigo echando de menos la voz de Jamie Hooper, pero he de reconocer que las melodías de esta gente siguen transportándome a los años ochenta. Si en su momento me sedujo esta formación canadiense fue precisamente porque compartíamos gustos a la hora de escuchar música.
“Metal Woman” tiene todo lo necesario para captar la atención del oyente, porque la intro engancha y el estribillo cautiva: inspirada en el Heavy Metal más clásico, ha sido la elegida para el single de marras y que se puede escuchar en streaming.
“My Sword Will Not Sleep” no es de mis favoritas, aunque es realmente entretenida. El problema es que “Leather Lord” es aún mejor, porque tiene una melodía electrizante y me ha seducido con rapidez. “Chief And The Blade” es un corte instrumental que sirve de preludio a una “Dark Messenger” muy Heavy, con mucha fuerza, arreglos de fondo y rabia al más puro estilo 3 Inches Of Blood: con ese toque tan peculiar y machacón que tan bien saben explotar este, ahora, quinteto y que imprimen estupendamente en “Look Out”, “4000 Torches” o “Leave It On The Ice”.
Un importante guiño a mi tan preciado “Advance And Vanquish” es titular al noveno tema del disco con una puntilla entre paréntesis tras el título “Die For Gold”. Y es que poner “Upon The Boiling Sea IV”, es mucho decir. Mucha expectativa puede llegar a levantar algo así y la verdad es que el tema es demoledor. “Storming Juno”, “Men Of Fortune” y “One For The Ditch” es un tridente magnífico compuesto para despedir este trabajo que, lo esperes o no, está muy, pero que muy elaborado: melodías alegres, pegadizas y estridentes. Algún que otro estupendo interludio (el de “Men Of Fortune” es realmente grande) una despedida instrumental y calidad a raudales.
Perder la pista a ciertas bandas y volver a saber de ellas con ilusión renovada siempre es una alegría.
Vuelvo a ser acérrimo
Cierto o no, el caso es que su cuarto trabajo no he llegado a escucharlo. Tal vez sea por la falta de ilusión a la hora de escuchar otros discos recientes u otras nuevas formaciones lo que me ha despertado la curiosidad por este “Long Live Heavy Metal”, pero la cuestión es que aquí estoy y lo tengo delante.
Tras haber tenido el privilegio de haber escuchado el disco un par de veces, que no da para mucho, puedo decir con la voz muy alta, que 3 Inches Of Blood ha sacado un disco extremadamente brillante. Cierto es que sigo echando de menos la voz de Jamie Hooper, pero he de reconocer que las melodías de esta gente siguen transportándome a los años ochenta. Si en su momento me sedujo esta formación canadiense fue precisamente porque compartíamos gustos a la hora de escuchar música.
“Metal Woman” tiene todo lo necesario para captar la atención del oyente, porque la intro engancha y el estribillo cautiva: inspirada en el Heavy Metal más clásico, ha sido la elegida para el single de marras y que se puede escuchar en streaming.
“My Sword Will Not Sleep” no es de mis favoritas, aunque es realmente entretenida. El problema es que “Leather Lord” es aún mejor, porque tiene una melodía electrizante y me ha seducido con rapidez. “Chief And The Blade” es un corte instrumental que sirve de preludio a una “Dark Messenger” muy Heavy, con mucha fuerza, arreglos de fondo y rabia al más puro estilo 3 Inches Of Blood: con ese toque tan peculiar y machacón que tan bien saben explotar este, ahora, quinteto y que imprimen estupendamente en “Look Out”, “4000 Torches” o “Leave It On The Ice”.
Un importante guiño a mi tan preciado “Advance And Vanquish” es titular al noveno tema del disco con una puntilla entre paréntesis tras el título “Die For Gold”. Y es que poner “Upon The Boiling Sea IV”, es mucho decir. Mucha expectativa puede llegar a levantar algo así y la verdad es que el tema es demoledor. “Storming Juno”, “Men Of Fortune” y “One For The Ditch” es un tridente magnífico compuesto para despedir este trabajo que, lo esperes o no, está muy, pero que muy elaborado: melodías alegres, pegadizas y estridentes. Algún que otro estupendo interludio (el de “Men Of Fortune” es realmente grande) una despedida instrumental y calidad a raudales.
Perder la pista a ciertas bandas y volver a saber de ellas con ilusión renovada siempre es una alegría.
Vuelvo a ser acérrimo
Xentrix - 03/04/2012
Leer en Metal4All
lunes, 8 de julio de 2013
Su Ta Gar - Ametsak Pilatzen - Review
DISCO: AMETSAK PILATZEN
AUTOR: SU TA GAR
FECHA DE PUBLICACIÓN: 19 de octubre de 2010
Cinco años es mucho si hablamos de
intervalo de tiempo entre la publicación de dos discos consecutivos.
Pero el 2011 nos deparaba un nuevo trabajo de Su Ta Gar, de modo que la
espera, aunque larga, ha llegado a su fin.
Sea una coincidencia o no, lo cierto es que este año el nombre de Su Ta Gar cumple veinte años; al menos en el aspecto profesional y en lo que a discos de estudio se refiere. Como formación con el mismo nombre y en el local de ensayo, trabajando y labrándose un futuro, comenzó en el año 87… que se dice pronto.
Y supongo que en cierto modo, y hablando del pasado, estoy en realidad escribiendo sobre el futuro de esa joven formación que un día decidió dedicarse al mundo de la música. De este modo, podemos celebrar todos juntos estos veinte años de discografía, porque si Su Ta Gar tiene algo que celebrar, sin duda alguna sus seguidores de buena gana nos unimos a esa celebración con un disco como “Ametsak Pilatzen” sonando a todo volumen.
Que “Hegan” sea una intro acústica nos transporta directamente al año 1992, a la época de “Hortzak Estuturik”. La composición no es igual, pero es el mero hecho de incluir la intro lo que nos lleva a esa época, ya que no habían vuelto a hacerlo desde entonces y hablamos de siete trabajos entre medias.
Lo que cabría esperar tras esta diferencia tan plausible es que se desatase la locura con un segundo corte rápido, agresivo y rabioso, cosa que siempre ha sido seña de identidad en todos los primeros temas seleccionados para abrir un disco de los de Éibar, con un riff de guitarra agudo y marcando el ritmo de la canción prácticamente con un solo. En este caso, el riff es grave, pero la rabia y la energía sigue siendo la clave.
Para eso, y si hubiesen querido que el disco empezase de forma más clásica, podrían haber elegido “Norbera Bera Ametsen Jabe”, pero lo han dejado como sexto corte del disco.
Me ha llamado la atención poderosamente que este “Ametsak Pilatzen” no pierde intensidad a medida que el disco progresa en la escucha. Tanto “Itsasoz Beteriko Mugetan” como “Jainko Hilen Uhartean” fueron dos discos extremadamente llenos de matices espectaculares, pero que iban perdiendo fuerza a medida que progresaban las canciones. No me refiero a calidad, sino a velocidad. Por supuesto que también hay cabida para cortes más lentos e íntimos, como “Zain, Zure Zain”. Este último trabajo mantiene la fiereza de una actitud joven con el gusto que Su Ta Gar sabe imprimir en su música y la mezcla de texturas, de diferentes estilos. Sin complejos. La velocidad se mezcla con la melodía y la voz de Aitor, que ha ido cogiendo un matiz más grave disco tras disco, alcanza su punto álgido en este redondo.
“Ametsak Pilatzen” es el trabajo de las texturas, que resume, como si de un recopilatorio se tratase, la larga carrera de un grupo que ha sabido traspasar fronteras, demostrando que las fronteras, en muchos casos, son mayores cuanto más cerca están. Tal vez éste sea el disco que consiga el reconocimiento de un grupo tan Grande.
Decir que su último disco es el mejor de su discografía sería soltar un cliché manido hasta la saciedad, casi obligatorio cada vez que alguien estrena obra. No seré yo quien caiga en la trampa y mucho menos siendo tan acérrimo seguidor del grupo, pero reconozco que, aunque siempre acoja con alegría nuevo material de “Suta”, lo cierto es que independientemente de mis gustos, esta gente no me ha decepcionado nunca.
Un año da para mucha música y llegar así a su fin, con algo tan fresco, es una alegría. Ya tenemos candidato a disco del 2011.
Su Ta Gar ha conseguido reunir la fuerza para transformar en carbono toda su discografía y hacer de ella un diamante: “Ametsak Pilatzen”.
Sea una coincidencia o no, lo cierto es que este año el nombre de Su Ta Gar cumple veinte años; al menos en el aspecto profesional y en lo que a discos de estudio se refiere. Como formación con el mismo nombre y en el local de ensayo, trabajando y labrándose un futuro, comenzó en el año 87… que se dice pronto.
Y supongo que en cierto modo, y hablando del pasado, estoy en realidad escribiendo sobre el futuro de esa joven formación que un día decidió dedicarse al mundo de la música. De este modo, podemos celebrar todos juntos estos veinte años de discografía, porque si Su Ta Gar tiene algo que celebrar, sin duda alguna sus seguidores de buena gana nos unimos a esa celebración con un disco como “Ametsak Pilatzen” sonando a todo volumen.
Que “Hegan” sea una intro acústica nos transporta directamente al año 1992, a la época de “Hortzak Estuturik”. La composición no es igual, pero es el mero hecho de incluir la intro lo que nos lleva a esa época, ya que no habían vuelto a hacerlo desde entonces y hablamos de siete trabajos entre medias.
Lo que cabría esperar tras esta diferencia tan plausible es que se desatase la locura con un segundo corte rápido, agresivo y rabioso, cosa que siempre ha sido seña de identidad en todos los primeros temas seleccionados para abrir un disco de los de Éibar, con un riff de guitarra agudo y marcando el ritmo de la canción prácticamente con un solo. En este caso, el riff es grave, pero la rabia y la energía sigue siendo la clave.
Para eso, y si hubiesen querido que el disco empezase de forma más clásica, podrían haber elegido “Norbera Bera Ametsen Jabe”, pero lo han dejado como sexto corte del disco.
Me ha llamado la atención poderosamente que este “Ametsak Pilatzen” no pierde intensidad a medida que el disco progresa en la escucha. Tanto “Itsasoz Beteriko Mugetan” como “Jainko Hilen Uhartean” fueron dos discos extremadamente llenos de matices espectaculares, pero que iban perdiendo fuerza a medida que progresaban las canciones. No me refiero a calidad, sino a velocidad. Por supuesto que también hay cabida para cortes más lentos e íntimos, como “Zain, Zure Zain”. Este último trabajo mantiene la fiereza de una actitud joven con el gusto que Su Ta Gar sabe imprimir en su música y la mezcla de texturas, de diferentes estilos. Sin complejos. La velocidad se mezcla con la melodía y la voz de Aitor, que ha ido cogiendo un matiz más grave disco tras disco, alcanza su punto álgido en este redondo.
“Ametsak Pilatzen” es el trabajo de las texturas, que resume, como si de un recopilatorio se tratase, la larga carrera de un grupo que ha sabido traspasar fronteras, demostrando que las fronteras, en muchos casos, son mayores cuanto más cerca están. Tal vez éste sea el disco que consiga el reconocimiento de un grupo tan Grande.
Decir que su último disco es el mejor de su discografía sería soltar un cliché manido hasta la saciedad, casi obligatorio cada vez que alguien estrena obra. No seré yo quien caiga en la trampa y mucho menos siendo tan acérrimo seguidor del grupo, pero reconozco que, aunque siempre acoja con alegría nuevo material de “Suta”, lo cierto es que independientemente de mis gustos, esta gente no me ha decepcionado nunca.
Un año da para mucha música y llegar así a su fin, con algo tan fresco, es una alegría. Ya tenemos candidato a disco del 2011.
Su Ta Gar ha conseguido reunir la fuerza para transformar en carbono toda su discografía y hacer de ella un diamante: “Ametsak Pilatzen”.
Xentrix - 27/12/11
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martes, 2 de julio de 2013
Entrada de concierto: Black Label Society
Había pensado en ir haciendo entradas respetando el orden cronológico, pero he tomado la decisión de hacerlo al azar.
Vi a Zakk Wylde por primera vez en Barcelona, en la sala Bikini, en su gira de Mafia. El concierto me supo a poco porque se me hizo corto, pero disfruté mucho. Con el tiempo el interés por Black Label Society reconozco que ha bajado. Y no puedo decir un motivo concreto. Supongo que la respuesta más válida sería decir que, simplemente, ya hay discos suficientes para disfrutar. No lo tengo de lado, ya que me sigo interesando por cada lanzamiento. Pero ya no estoy tan pendiente.
Suicide Messiah
Vi a Zakk Wylde por primera vez en Barcelona, en la sala Bikini, en su gira de Mafia. El concierto me supo a poco porque se me hizo corto, pero disfruté mucho. Con el tiempo el interés por Black Label Society reconozco que ha bajado. Y no puedo decir un motivo concreto. Supongo que la respuesta más válida sería decir que, simplemente, ya hay discos suficientes para disfrutar. No lo tengo de lado, ya que me sigo interesando por cada lanzamiento. Pero ya no estoy tan pendiente.
Suicide Messiah
lunes, 1 de julio de 2013
Axel Rudi Pell - The Ballads IV - Review
DISCO: THE BALLADS IV
AUTOR: AXEL RUDI PELL
FECHA DE PUBLICACIÓN: 26 de septiembre de 2011
Poco se puede decir de un nuevo
recopilatorio de baladas de Axel Rudi Pell. Bien es sabido que cada
cierto tiempo nuestro querido amigo tiene la costumbre de aunar las
baladas de sus últimos trabajos de estudio para formar un disco
recopilatorio, aprovechando la coyuntura cuando tiene alguna idea nueva.
En ocasiones pasadas y gracias a este tipo de trabajo nos regaló
composiciones inéditas como “Come Back To Me” (pasando directamente a
ser una de las baladas mejor valoradas en Alemania) o “Don´t Say
Goodbye”.
Esta cuarta entrega de sus baladas reúne temas de sus discos “Mystica”, “Diamonds Unlocked” (versiones), “Tales Of The Crown” y “The Crest”. En esta ocasión el aliciente son tres temas nuevos, grabados en Mayo de este mismo año, aunque lo cierto es que inédito es únicamente el primer corte del disco, ya que el segundo, “Holy Diver”, es un homenaje al desaparecido Ronnie James Dio, en el que han querido grabar la mítica canción de éste, pero ralentizándola para convertirla en una canción triste, en clara alusión a la pérdida del Maestro. “Hallelujah” es la más que reconocible canción de Leonard Cohen y que a fecha de hoy ha sido versionada en infinitas ocasiones. Bajo mi opinión, la mejor sigue siendo la inolvidable interpretación de Rufus Wainwright, aunque el toque de Axel Rudi Pell le da un nuevo atractivo, ya que contar con la voz de Johnny Gioeli es seguro de calidad. Otro punto de vista nuevo respecto a otras versiones conocidas es la inclusión de una coral de niñas, que resulta chocante en un principio, pero que rápidamente consigue encajar en el concepto que Axel pretende plasmar en su versión.
He leído que hay dos diferentes versiones acuñadas, pero la única diferencia es que en la versión normal el solo de guitarra sigue la línea pausada de la canción. En cambio en la otra, se da más rienda suelta a la hora de adornar con las seis cuerdas. Otro punto curioso es que se ha grabado un videoclip para esta canción.
El resto… Pues ya sabemos lo que hay. No ofrece nada nuevo, porque no es nada nuevo.
Para terminar, y como recuerdo que en la última crítica que hice de Axel Rudi Pell dije que sentía que con “The Crest” había tenido una sensación de despedida, me alegro de que se haya editado este “The Ballads IV”, porque significa que aún tenemos Axel Rudi Pell para rato.
Esta cuarta entrega de sus baladas reúne temas de sus discos “Mystica”, “Diamonds Unlocked” (versiones), “Tales Of The Crown” y “The Crest”. En esta ocasión el aliciente son tres temas nuevos, grabados en Mayo de este mismo año, aunque lo cierto es que inédito es únicamente el primer corte del disco, ya que el segundo, “Holy Diver”, es un homenaje al desaparecido Ronnie James Dio, en el que han querido grabar la mítica canción de éste, pero ralentizándola para convertirla en una canción triste, en clara alusión a la pérdida del Maestro. “Hallelujah” es la más que reconocible canción de Leonard Cohen y que a fecha de hoy ha sido versionada en infinitas ocasiones. Bajo mi opinión, la mejor sigue siendo la inolvidable interpretación de Rufus Wainwright, aunque el toque de Axel Rudi Pell le da un nuevo atractivo, ya que contar con la voz de Johnny Gioeli es seguro de calidad. Otro punto de vista nuevo respecto a otras versiones conocidas es la inclusión de una coral de niñas, que resulta chocante en un principio, pero que rápidamente consigue encajar en el concepto que Axel pretende plasmar en su versión.
He leído que hay dos diferentes versiones acuñadas, pero la única diferencia es que en la versión normal el solo de guitarra sigue la línea pausada de la canción. En cambio en la otra, se da más rienda suelta a la hora de adornar con las seis cuerdas. Otro punto curioso es que se ha grabado un videoclip para esta canción.
El resto… Pues ya sabemos lo que hay. No ofrece nada nuevo, porque no es nada nuevo.
Para terminar, y como recuerdo que en la última crítica que hice de Axel Rudi Pell dije que sentía que con “The Crest” había tenido una sensación de despedida, me alegro de que se haya editado este “The Ballads IV”, porque significa que aún tenemos Axel Rudi Pell para rato.
Xentrix - 11/11/11
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martes, 25 de junio de 2013
Top ten Sodom
Sodom han sido tildados de mediocres a lo largo de su existencia. A lo mejor has tenido la suerte de no cruzarte con nadie que afirme algo así, pero yo sí he tenido la ocasión de escuchar esas palabras en boca de diversas personas en diferentes situaciones.
Lo que hay que reconocer es que el nivel de Sodom no es muy sobrado en técnica y lo cierto es que hay un número de trabajos que demuestran altibajos en su carrera. Vale: lo acepto. De acuerdo.
Soy un gran seguidor de la banda y me compré el vídeo de Live at Zeche Bochum. Seamos claros: no hay por dónde pillarlo. Mal sonido, mala ejecución y un concierto, en definitiva, aburrido.
Pero ahí siguen. Y, no sólo eso: es que ahí han estado. En la buena época y en la mala, aguantando el chaparrón y tirando del carro del Thrash Metal en Europa. Mientras otros se escondían o desaparecían, Sodom estaba al pie del cañón. Cuando todos hablaban del retorno de Kreator con Violent Revolution, Sodom sacaba, justo un mes después, M-16. Y antes habían editado ´Til Death Do Us Unite o Code Red en una época en la que el Thrash Metal tenía en frente la espalda de los medios y los seguidores.
Catorce discos de estudio, en el que uno es una regrabación. Ahí es nada.
The saw is the law
Con este tema les conocí y con este tema me enamoré. Qué disco más perfecto. Qué sonido. Qué clase. Sodom venía de conquistar a los seguidores con Agent Orange y tenía el listón muy alto.
Jamás podré ganar una contienda defendiendo Better off Dead como mejor disco que Agent Orange, pero yo me postulo como defensor del que contiene The Saw is the Law. Porque sigue una línea muy parecida, pero con el sonido más nítido, más pulido, más cuidado: más señorial.
Agent Orange fue la consagración de alguien que tiene algo que decir. Better off Dead es un paso más allá.
Pero no caló entre el público. Se dieron de morros con el declive del género.
Remember the fallen
El For Whom the Bell Tolls alemán. Siempre me lo ha parecido.
No puedo decir que haya leído que la inspiración viene de la canción de Metallica. Pero, seamos honestos: no hace falta ser un entendido para ver las similitudes en la composición. El tempo, la cadencia, la forma de desarrollar el tema...
Un Thrash Metal muy europeo, muy sosegado, tranquilo, quieto. Sin prisas o un ritmo de batería acelerado sin sentido.
Uno de los mejores temas del estilo.
No way out
´Til Death Do Us Unite es un gran disco. Tal vez la primera parte no entre con facilidad, pero la segunda es fantástica. Con el tiempo, se le acaba pillando el gusto a una primera mitad más pesada, donde se encuentra este impresionante corte. Rápido y directo, con un gran riff de guitarra al más puro estilo thrasher.
An eye for an eye
Abriendo Better off Dead, se nos presenta un corte de gran dimensión. Qué guitarra más bien ejecutada y qué riff más afilado...
Back to war
Aplastante.
M-16
Tombstone
Blood on your lips
In war and peaces
Agent Orange
Lo que hay que reconocer es que el nivel de Sodom no es muy sobrado en técnica y lo cierto es que hay un número de trabajos que demuestran altibajos en su carrera. Vale: lo acepto. De acuerdo.
Soy un gran seguidor de la banda y me compré el vídeo de Live at Zeche Bochum. Seamos claros: no hay por dónde pillarlo. Mal sonido, mala ejecución y un concierto, en definitiva, aburrido.
Pero ahí siguen. Y, no sólo eso: es que ahí han estado. En la buena época y en la mala, aguantando el chaparrón y tirando del carro del Thrash Metal en Europa. Mientras otros se escondían o desaparecían, Sodom estaba al pie del cañón. Cuando todos hablaban del retorno de Kreator con Violent Revolution, Sodom sacaba, justo un mes después, M-16. Y antes habían editado ´Til Death Do Us Unite o Code Red en una época en la que el Thrash Metal tenía en frente la espalda de los medios y los seguidores.
Catorce discos de estudio, en el que uno es una regrabación. Ahí es nada.
The saw is the law
Con este tema les conocí y con este tema me enamoré. Qué disco más perfecto. Qué sonido. Qué clase. Sodom venía de conquistar a los seguidores con Agent Orange y tenía el listón muy alto.
Jamás podré ganar una contienda defendiendo Better off Dead como mejor disco que Agent Orange, pero yo me postulo como defensor del que contiene The Saw is the Law. Porque sigue una línea muy parecida, pero con el sonido más nítido, más pulido, más cuidado: más señorial.
Agent Orange fue la consagración de alguien que tiene algo que decir. Better off Dead es un paso más allá.
Pero no caló entre el público. Se dieron de morros con el declive del género.
Remember the fallen
El For Whom the Bell Tolls alemán. Siempre me lo ha parecido.
No puedo decir que haya leído que la inspiración viene de la canción de Metallica. Pero, seamos honestos: no hace falta ser un entendido para ver las similitudes en la composición. El tempo, la cadencia, la forma de desarrollar el tema...
Un Thrash Metal muy europeo, muy sosegado, tranquilo, quieto. Sin prisas o un ritmo de batería acelerado sin sentido.
Uno de los mejores temas del estilo.
No way out
´Til Death Do Us Unite es un gran disco. Tal vez la primera parte no entre con facilidad, pero la segunda es fantástica. Con el tiempo, se le acaba pillando el gusto a una primera mitad más pesada, donde se encuentra este impresionante corte. Rápido y directo, con un gran riff de guitarra al más puro estilo thrasher.
An eye for an eye
Abriendo Better off Dead, se nos presenta un corte de gran dimensión. Qué guitarra más bien ejecutada y qué riff más afilado...
Back to war
Aplastante.
M-16
Tombstone
Blood on your lips
In war and peaces
Agent Orange
lunes, 24 de junio de 2013
Megadeth - Th1rt3en - Review
DISCO: TH1RT3EN
AUTOR: MEGADETH
FECHA DE PUBLICACIÓN: 01 de noviembre de 2011
Una noche de insomnio para mí significa
sentarme frente al ordenador para tratar de encontrar las palabras que
dirijan el enfoque de esta crítica. Una noche de insomnio para Dave
Mustaine, bien podría ser la forma de buscar un riff de guitarra para
componer un tema.
Obviamente no es lo mismo. Yo sólo me siento frente al ordenador y tecleo. La búsqueda de palabras, sea la hora que sea, no es la misma labor que dar forma a un disco. La diferencia es que yo no soy más que un redactor que nadie conoce y Dave Mustaine es un músico mundialmente conocido. Mis palabras no llegarán a miles de personas. Con toda probabilidad, Th1rt3en sí lo hará.
Después de treinta años (que se dice pronto), una persona que está más que curada de espanto en el mundo de la música, sabe perfectamente lo que quiere su público. Hay que estar al pie del cañón si pretendes que tu nombre no caiga en el olvido y Megadeth es perfectamente consciente de que, a estas alturas, los experimentos, los cambios de rumbo o la búsqueda de nuevas experiencias musicales no llevan a ningún lado. Megadeth es Megadeth y carece de sentido hacer algo que no se adapte a lo que después de treinta años se ha ido forjando. Mustainte bien podría contratar a Shawn, David y Chris y formar una nueva banda para vender discos con otro nombre, componiendo canciones que nada tengan que ver con lo que la gente quiere de ellos y alejados del sello de Megadeth. Sería honesto, pero la ruina.
Otro enfoque sería componer la música que te apetece con el nombre de Megadeth y experimentar con nuevos sonidos… También sería honesto, porque un músico se ve obligado a expresar su creatividad componiendo, pero las críticas lloverían como agua de mayo.
Así que, qué mejor opción que sentarte junto a tu instrumento favorito, el que mejor dominas, y darle al público lo que quiere: Megadeth. Da igual si la inspiración llama a tu puerta. No la necesitas. La Musa es una compañera que sólo acompaña a músicos jóvenes. Es una amante fogosa que quiere sollozar junto a un lozano y sudoroso soñador idealista. Alguien con metas, ambiciones y la fama mundial como recompensa.
Cuando ya has conseguido todo eso, ¿quién se pasa veinticuatro horas al día pensando en música? Con toda probabilidad un músico que ya ha llegado a su cima profesional no se levanta por la mañana pensando en la canción perfecta, en el riff de guitarra que le consagre ni en la canción que le lance a la fama. Ya retozó con La Musa en su día y se dio cuenta de que con la edad una persona busca otro tipo de metas.
De ese modo, cuando te levantas por la mañana y tu trabajo se limita a ir a tu propio estudio de grabación, repasar material antiguo (una forma de llamar a La Musa) y componer nuevas canciones sin que se note demasiado que no hay nada nuevo en lo que estás haciendo porque, ¿qué coño? Haga lo que haga siempre va a haber alguien que encuentre el modo de criticar lo que hago: Si es repetitivo, porque es repetitivo; si no suena a mi estilo, porque engaño a la gente…
Y como esta fórmula me ha salido muy rentable últimamente, pues sería estúpido cambiarla, ¿no?
El disco en sí me ha sorprendido en cierto modo, porque pensaba que me encontraría con “más de lo mismo” y, aunque efectivamente es “más de lo mismo”, muchos temas en la onda “Rust In Peace”, con sonido “Youthanasia” y toques más alejados como en “Risk”, lo cierto es que después de escuchar los primeros acordes y una vez te adentras en “Th1irt3en”, es inevitable decir: “Joder, son Megadeth”. Tienen técnica, medios y aún queda algo de actitud… ¿No es cojonudo? Al margen de componer por encima de la línea ya dibujada, lo cierto es que hay detalles muy buenos, clichés que atraen y sabiduría técnica.
Yo me levanto por las mañanas, me preparo el café y me lo tomo, mientras esta gente saca un disco con esa misma facilidad. Impresionante.
Me gustaría pensar que en una futura gira la voz de Mustaine podría mejorar, pero a estas alturas prefiero centrarme en algo plausible, como es su nuevo disco y dejar para otro momento los imposibles. Una lástima, pero el tiempo pasa para todos. Al menos siguen siendo profesionales y no han perdido técnica.
Trece son los discos de estudio y trece son los nuevos temas de este disco: “Th1rt3en”. Trece.
La portada, no me gusta. Aunque lo cierto es que las portadas de Megadeth hace tiempo que dejaron de llamar mi atención. Lo importante del disco lo encontrarás en el interior.
Supongo que es de esperar que cualquiera que lea mi crítica sobre este disco piense que he hablado poco de la obra en sí y en cambio he escrito demasiado acerca de pensamientos furtivos. Lo entiendo. Es lógico, y no tengo miedo a que cualquiera lo exprese abiertamente. Al menos he de reconocer por mi parte que me ha inspirado lo suficiente para sentarme frente al ordenador, pensar, buscar las palabras y escribir algo que espero que alguien logre apreciar.
Lo verdaderamente importante, o al menos a la conclusión a la que he llegado, es que a día de hoy, si Megadeth saca un disco, las críticas hacia su música van a ser venir de uno u otro lado. En este caso, y bajo mi punto de vista, es que actualmente la directriz para componer se basa en discos como Endgame, United Abominations o System Has Failed. No hay nada nuevo, nada fresco ni original.
Si hubiese sido enfocado de otra manera, como ocurrió con discos como Cryptic Writings, Risk o The World Needs A Hero, otras voces se alzarían argumentando un cambio de rumbo…
La conclusión a la que se puede llegar, y permitidme una licencia filosófica, es que si nadie critica su primera etapa es porque precisamente es la primera etapa, y no hay con qué compararla. Se la toma como válida y es el punto de partida para desgranar el resto de su discografía. También hubo cambios entonces, pero el tiempo parece que ha disipado todas esas voces críticas; o a lo mejor es que ciertamente La Musa convivía con Megadeth; o es que el punto de vista años después es más o menos objetivo… o incluso deberíamos olvidarnos de lo que fue y centrarnos en lo que es.
Curioso: me apetece más pensar en cómo se debe sentir un músico como Dave Mustaine y lo que le rondará por la cabeza, que escuchar su último disco.
Obviamente no es lo mismo. Yo sólo me siento frente al ordenador y tecleo. La búsqueda de palabras, sea la hora que sea, no es la misma labor que dar forma a un disco. La diferencia es que yo no soy más que un redactor que nadie conoce y Dave Mustaine es un músico mundialmente conocido. Mis palabras no llegarán a miles de personas. Con toda probabilidad, Th1rt3en sí lo hará.
Después de treinta años (que se dice pronto), una persona que está más que curada de espanto en el mundo de la música, sabe perfectamente lo que quiere su público. Hay que estar al pie del cañón si pretendes que tu nombre no caiga en el olvido y Megadeth es perfectamente consciente de que, a estas alturas, los experimentos, los cambios de rumbo o la búsqueda de nuevas experiencias musicales no llevan a ningún lado. Megadeth es Megadeth y carece de sentido hacer algo que no se adapte a lo que después de treinta años se ha ido forjando. Mustainte bien podría contratar a Shawn, David y Chris y formar una nueva banda para vender discos con otro nombre, componiendo canciones que nada tengan que ver con lo que la gente quiere de ellos y alejados del sello de Megadeth. Sería honesto, pero la ruina.
Otro enfoque sería componer la música que te apetece con el nombre de Megadeth y experimentar con nuevos sonidos… También sería honesto, porque un músico se ve obligado a expresar su creatividad componiendo, pero las críticas lloverían como agua de mayo.
Así que, qué mejor opción que sentarte junto a tu instrumento favorito, el que mejor dominas, y darle al público lo que quiere: Megadeth. Da igual si la inspiración llama a tu puerta. No la necesitas. La Musa es una compañera que sólo acompaña a músicos jóvenes. Es una amante fogosa que quiere sollozar junto a un lozano y sudoroso soñador idealista. Alguien con metas, ambiciones y la fama mundial como recompensa.
Cuando ya has conseguido todo eso, ¿quién se pasa veinticuatro horas al día pensando en música? Con toda probabilidad un músico que ya ha llegado a su cima profesional no se levanta por la mañana pensando en la canción perfecta, en el riff de guitarra que le consagre ni en la canción que le lance a la fama. Ya retozó con La Musa en su día y se dio cuenta de que con la edad una persona busca otro tipo de metas.
De ese modo, cuando te levantas por la mañana y tu trabajo se limita a ir a tu propio estudio de grabación, repasar material antiguo (una forma de llamar a La Musa) y componer nuevas canciones sin que se note demasiado que no hay nada nuevo en lo que estás haciendo porque, ¿qué coño? Haga lo que haga siempre va a haber alguien que encuentre el modo de criticar lo que hago: Si es repetitivo, porque es repetitivo; si no suena a mi estilo, porque engaño a la gente…
Y como esta fórmula me ha salido muy rentable últimamente, pues sería estúpido cambiarla, ¿no?
El disco en sí me ha sorprendido en cierto modo, porque pensaba que me encontraría con “más de lo mismo” y, aunque efectivamente es “más de lo mismo”, muchos temas en la onda “Rust In Peace”, con sonido “Youthanasia” y toques más alejados como en “Risk”, lo cierto es que después de escuchar los primeros acordes y una vez te adentras en “Th1irt3en”, es inevitable decir: “Joder, son Megadeth”. Tienen técnica, medios y aún queda algo de actitud… ¿No es cojonudo? Al margen de componer por encima de la línea ya dibujada, lo cierto es que hay detalles muy buenos, clichés que atraen y sabiduría técnica.
Yo me levanto por las mañanas, me preparo el café y me lo tomo, mientras esta gente saca un disco con esa misma facilidad. Impresionante.
Me gustaría pensar que en una futura gira la voz de Mustaine podría mejorar, pero a estas alturas prefiero centrarme en algo plausible, como es su nuevo disco y dejar para otro momento los imposibles. Una lástima, pero el tiempo pasa para todos. Al menos siguen siendo profesionales y no han perdido técnica.
Trece son los discos de estudio y trece son los nuevos temas de este disco: “Th1rt3en”. Trece.
La portada, no me gusta. Aunque lo cierto es que las portadas de Megadeth hace tiempo que dejaron de llamar mi atención. Lo importante del disco lo encontrarás en el interior.
Supongo que es de esperar que cualquiera que lea mi crítica sobre este disco piense que he hablado poco de la obra en sí y en cambio he escrito demasiado acerca de pensamientos furtivos. Lo entiendo. Es lógico, y no tengo miedo a que cualquiera lo exprese abiertamente. Al menos he de reconocer por mi parte que me ha inspirado lo suficiente para sentarme frente al ordenador, pensar, buscar las palabras y escribir algo que espero que alguien logre apreciar.
Lo verdaderamente importante, o al menos a la conclusión a la que he llegado, es que a día de hoy, si Megadeth saca un disco, las críticas hacia su música van a ser venir de uno u otro lado. En este caso, y bajo mi punto de vista, es que actualmente la directriz para componer se basa en discos como Endgame, United Abominations o System Has Failed. No hay nada nuevo, nada fresco ni original.
Si hubiese sido enfocado de otra manera, como ocurrió con discos como Cryptic Writings, Risk o The World Needs A Hero, otras voces se alzarían argumentando un cambio de rumbo…
La conclusión a la que se puede llegar, y permitidme una licencia filosófica, es que si nadie critica su primera etapa es porque precisamente es la primera etapa, y no hay con qué compararla. Se la toma como válida y es el punto de partida para desgranar el resto de su discografía. También hubo cambios entonces, pero el tiempo parece que ha disipado todas esas voces críticas; o a lo mejor es que ciertamente La Musa convivía con Megadeth; o es que el punto de vista años después es más o menos objetivo… o incluso deberíamos olvidarnos de lo que fue y centrarnos en lo que es.
Curioso: me apetece más pensar en cómo se debe sentir un músico como Dave Mustaine y lo que le rondará por la cabeza, que escuchar su último disco.
Xentrix - 07/11/2011
Leer en Metal4All
martes, 18 de junio de 2013
Entrada de concierto: Metallica
Que no quiero que parezca que abuso del término "MetallicA" y todo lo que lo rodea. Si este fin de semana pasado utilizaba el tirón del nombre para compartir en twitter las entradas que tengo hasta la fecha de la banda, lo cierto es que esta última ha sido fruto de una casualidad. No tenía previsto realizar esta entrada y ni siquiera tengo muy claro que sea algo recurrente como para compartir en el blog.
Aunque tampoco es una mala idea lo de ir compartiendo las entradas de conciertos a los que he asistido. Que hayan sido la milésima parte de los que me hubiese gustado, no significa que no pueda estar orgulloso de los conciertos que sí he presenciado.
En cualquier caso, hoy hace veinte años de esto:
Podría extenderme, pero creo que no merece la pena contar las delicias del que fue mi primer concierto. Este último detalle es, sin duda, decisivo para que tratéis de entender las dimensiones de lo que os pretendo transmitir.
Reconozco que en los últimos años mi relación con esta formación ha caído en desgracia. Pero no es culpa mía. Y esto no tiene vuelta de hoja. Yo no he cambiado. Sigo escuchando sus primeros discos y los mismos discos que escuchaba en aquella época. Esos y más. Muchos más.
Son ellos los que han cambiado. Y me parece muy bien. Son dueños y señores de sus vidas, de su música y de su empresa.
SETLIST:
Aunque tampoco es una mala idea lo de ir compartiendo las entradas de conciertos a los que he asistido. Que hayan sido la milésima parte de los que me hubiese gustado, no significa que no pueda estar orgulloso de los conciertos que sí he presenciado.
En cualquier caso, hoy hace veinte años de esto:
Podría extenderme, pero creo que no merece la pena contar las delicias del que fue mi primer concierto. Este último detalle es, sin duda, decisivo para que tratéis de entender las dimensiones de lo que os pretendo transmitir.
Reconozco que en los últimos años mi relación con esta formación ha caído en desgracia. Pero no es culpa mía. Y esto no tiene vuelta de hoja. Yo no he cambiado. Sigo escuchando sus primeros discos y los mismos discos que escuchaba en aquella época. Esos y más. Muchos más.
Son ellos los que han cambiado. Y me parece muy bien. Son dueños y señores de sus vidas, de su música y de su empresa.
SETLIST:
- Ecstasy of Gold
- Creeping Death
- Harvester of Sorrow
- Welcome Home (Sanitarium)
- Of Wolf and Man
- Wherever I May Roam
- The Thing That Should Not Be
- Third Stone From the Sun jam
- The Unforgiven
- Disposable Heroes
- Jason's solo (My Friend of Misery)
- Orion / To Live Is To Die / The Call Of Ktulu
- Kirk's solo
- The Four Horsemen
- For Whom the Bell Tolls
- Fade to Black
- Master of Puppets / Seek and Destroy
- Whiplash
- Nothing Else Matters
- Sad But True
- Last Caress
- One
- Enter Sandman
lunes, 17 de junio de 2013
Evile - Five Serptent´s Teeth - Review
DISCO: FIVE SERPENT´S TEETH
AUTOR: EVILE
FECHA DE PUBLICACIÓN: 26 de septiembre de 2010
A bote pronto, si me paro a pensar, aunque sea sólo un instante, en un nexo entre Thrash Metal y un “tercer álbum”, mentalmente asocio este juego de ideas con la palabra CONSAGRACIÓN. Y no es de extrañar, ya que si repasamos la historia de los terceros discos de las principales bandas del género, saldrían joyas como “Reign In Blood”, “Master Of Puppets”, “So Far, So Good... So What!”, “Practice What You Preach”, “Under The Influence”… y un larguísimo etcétera que bien podría alargarse hasta un sinfín de líneas en esta reseña.
De nuestros vecinos del Reino Unido también podríamos hacer una lista de bandas representativas del género, pero habría que remontarse al menos una década para que surgiesen nombres reconocibles. Ahora, en pleno apogeo del Thrash Metal, años después de su decadencia, Evile despunta en el género de bandas que retomaron aquel estilo y están dándole un empujón. Cuando editaron “Enter The Grave”, los elogios llegaron rápido, y no era para menos, ya que consiguieron recuperar la ilusión de muchas personas que se habían resignado a seguir escuchando los discos de la época y los mismos grupos que seguían editando nuevos trabajos bajo un mismo estilo. “Infected Nations” seguía dándonos ilusiones y proyectando un futuro prometedor.
No he escuchado el disco en profundidad, por lo que no voy a adentrarme en el tedioso cometido de comentar canción por canción lo que hay en “Five Serpent´s Teeth”. Lo que sí me ha dado tiempo a vislumbrar es que técnicamente, Evile, le puede dar un buen repaso a los grandes del género, que en algunos casos para cuando concibieron su “consagrado” tercer álbum, aún no habían alcanzado su cumbre técnica. Lógicamente, en cuestiones de producción, no hay debate abierto, ya que a día de hoy, las técnicas han avanzado y mejorado considerablemente, máxime si cuentas con la experiencia de Russ Russell en la producción.
En un principio, tras la primera escucha, tuve la sensación de que Evile había perdido cierta fuerza compositiva, pero tras prestar algo más de atención en posteriores escuchas, este pensamiento se disipa al cerciorarme de que, en realidad, más que ausencia de fuerza, lo que hay es más sutileza a la hora de componer. Han reprimido la fiereza de los riffs de guitarra, dejando a un lado la velocidad, para imprimir el clímax de sus temas en los cambios de ritmo, que son el verdadero centro de atención de la obra, jugando con la versatilidad que proporciona este recurso.
Lo que no se me quita de la cabeza y me parece un tanto incomprensible, aunque el disco me ha satisfecho altamente, es que este tercer disco, aún con la asociación de “Consagración” como consigna, me recuerde sobremanera a los “consagrados” maestros Metallica. En parte me gusta, porque ya no necesito saber qué habrían hecho los susodichos si realmente hubiesen seguido la senda del Thrash Metal, lo que en parte me calma. Me calma si lo enfoco así, por supuesto. Si lo enfoco de forma más “objetiva”, cabría decir que a todas luces, Metallica, a nivel técnico no ha olido esto en toda su discografía, aunque treinta años de diferencia no hacen olvidar que lo original es lo que hace que haya bandas como Evile, que disfrutan haciendo la música que sus maestros idearon.
Por otro lado, lo que me sabe mal en este sentido, es que un tercer disco no haya dado para que la Consagración haya sido definitiva y unos tipos con la técnica, el carácter y los recursos suficientes hayan conseguido encontrar su propio camino… Y esto, es una lástima.
Seguiré escuchando y disfrutando “Five Serpent´s Teeth”, pero no creo que consiga quitarme de la mente este último pensamiento, que a la postre, ha marcado mucho el regusto que me ha dejado.
Me ha gustado, sí: mucho…
…pero.
Xentrix - 25/10/11
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miércoles, 12 de junio de 2013
Top ten Metallica
Primero por mis gustos y, segundo, porque puestos a elegir sólo diez canciones, creo que cualquiera verá lógico que de forma aislada, cualquier canción de los primeros trabajos, bien gana por la mano a la mejor de los últimos.
Cierto: puedes estar en desacuerdo. Eres libre de tener tu opinión y yo la respeto. Pero, como ésta es mi lista, no hay lugar a discusión.
-Master of puppets
Tal vez porque resume a la perfección el espíritu, el estilo y la técnica de Metallica.
-Master of puppets
Tal vez porque resume a la perfección el espíritu, el estilo y la técnica de Metallica.
Hay velocidad, cambios en el ritmo general, parte acústica, un buen estribillo... Parte de los seguidores señalan este corte como el mejor de la historia de Metallica. Yo no sabría decir si es el mejor. Si lo pongo el primero es, como he explicado antes, porque es un compendio y abarca a la perfección la esencia del grupo.
-For whom the bell tolls
Es lógico. Porque tal vez sea el tema más representativo de la banda y, como es lógico y por asociación, tal ve sea su mejor tema. Aunque no refleje toda la técnica que el grupo podía desplegar, es un himno. Y tal vez sea precisamente por esa sencillez, que consigue acercar a tanta gente.
Sencillo y directo.
Perfecto
-Seek and destroy
Nada que decir.
-Seek and destroy
Nada que decir.
Primer disco y ya tienen uno de los cortes más laureados e influyentes del Heavy Metal.
Por algo será.
-Blackened
-My friend of misery
-Fight fire with fire
-Battery
-Dyers Eve
-Whiplash
-Damage inc.
-Blackened
-My friend of misery
-Fight fire with fire
-Battery
-Dyers Eve
-Whiplash
-Damage inc.
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