DISCO: HOLY HELL
AUTOR: ROB ROCK
PUBLICADO: 4 de Abril de 2005
AUTOR: ROB ROCK
PUBLICADO: 4 de Abril de 2005
Madre mía!!!!. Qué fuerza, qué carácter y qué presencia...
Sin concesiones. El disco empieza como los terremotos; algunos expertos dan el aviso, pero no es hasta el momento del temblor cuando te das cuenta de lo grande que es la fuerza de la naturaleza.
Así es Rob Rock, una de las personalidades del Heavy Metal. Una de las voces más carismáticas del género. Sus trabajos son bien conocidos bajo el nombre propio de otros músicos: Chris Impelliteri, Axel Rudi Pell... O en otros casos por juntarse con otros fenómenos musicales, como en M.A.R.S., Joshua, Angelica, un tributo a Randy Rhoads, Avantasia, Warrior... En fin, que el chico no para ni un segundo.
Nos presenta este tercer disco bajo el sello de AFM Records, y con unos músicos que carecen de un reconocimiento internacional demasiado remarcado, pero con una técnica increíblemente buena. Más increíble, y esto tengo que comentarlo, es su guitarrista; Rick Renstrom, que tiene una “discapacidad” en ambos brazos, con una deformidad en dichas extremidades que para nada disminuye su técnica, y en cambio invita a admirar la fuerza de voluntad de algunas personas que no se rinden ante la adversidad.
Su voz me recuerda en ciertos momentos a D.C. Cooper (más concretamente en “Holy angels”), pero con un registro más varonil. No es que Rob tenga un parecido con nadie, ya que estamos ante una de las leyendas vivas de las voz en el Metal: es simplemente para que aquellos que no le conozcáis, os hagáis una idea de cómo suena. Si por un casual no conoces a ninguno de los dos vocalistas... Manos a la obra.
En cuanto al sonido general del redondo, pues lo abordaría desde un punto de vista muy actual, con un sonido muy actualizado en la distorsión, pero a la vez con una exquisitez de ejecución digna de los mejores clásicos del género. Con riffs muy inspirados en los Jake E. Lee o Randy Rhoads de Ozzy, e incluso ciertos pasajes en la guitarra solista me han traído a la memoria a Michael Sweet, de Stryper y John Norum, entre otros.
Me ha llamado poderosamente la atención la ecualización de las guitarras, con mucha fuerza y más cercano al Death Melódico que a lo que generalmente se asocia al Heavy Metal puro y duro. Esto produce una sensación de fuerza muy convincente, y ligado a una batería con un dueño que no gana para baquetas, debido a la fuerza que imprime, constituye la esencia del disco: Poderío y garra a raudales.
“I´ll be waiting for you” es la única concesión al relax que nos brindan, de la mano de una bonita balada, muy bien estructurada y guiada por la prodigiosa voz de un Rob Rock pletórico. Los hay que saben envejecer, y Glenn Hughes o Joe Lynn Turner, no son los únicos.
Tienes ante ti a todo un referente en lo que a vocalistas se refiere, de modo que no esperes mucho a escuchar esta genialidad que se han sacado de la manga.
Para los que le conocen de otros trabajos, nos regalan una curiosa versión del “I´m a warrior” de Chris Impelliteri, con una guitarra más oscura y sin coros adornando la canción, quedando más sobria y directa que la original.
Mención especial merece las colaboraciones, de la mano de Bobby Jarzombek y Tobias Sammet, entre otros.
Lo dicho: tanto si eres de los clásicos del género, como si no; no dudes en dedicarle un rato a este trabajo, porque merece la pena.
Sin concesiones. El disco empieza como los terremotos; algunos expertos dan el aviso, pero no es hasta el momento del temblor cuando te das cuenta de lo grande que es la fuerza de la naturaleza.
Así es Rob Rock, una de las personalidades del Heavy Metal. Una de las voces más carismáticas del género. Sus trabajos son bien conocidos bajo el nombre propio de otros músicos: Chris Impelliteri, Axel Rudi Pell... O en otros casos por juntarse con otros fenómenos musicales, como en M.A.R.S., Joshua, Angelica, un tributo a Randy Rhoads, Avantasia, Warrior... En fin, que el chico no para ni un segundo.
Nos presenta este tercer disco bajo el sello de AFM Records, y con unos músicos que carecen de un reconocimiento internacional demasiado remarcado, pero con una técnica increíblemente buena. Más increíble, y esto tengo que comentarlo, es su guitarrista; Rick Renstrom, que tiene una “discapacidad” en ambos brazos, con una deformidad en dichas extremidades que para nada disminuye su técnica, y en cambio invita a admirar la fuerza de voluntad de algunas personas que no se rinden ante la adversidad.
Su voz me recuerda en ciertos momentos a D.C. Cooper (más concretamente en “Holy angels”), pero con un registro más varonil. No es que Rob tenga un parecido con nadie, ya que estamos ante una de las leyendas vivas de las voz en el Metal: es simplemente para que aquellos que no le conozcáis, os hagáis una idea de cómo suena. Si por un casual no conoces a ninguno de los dos vocalistas... Manos a la obra.
En cuanto al sonido general del redondo, pues lo abordaría desde un punto de vista muy actual, con un sonido muy actualizado en la distorsión, pero a la vez con una exquisitez de ejecución digna de los mejores clásicos del género. Con riffs muy inspirados en los Jake E. Lee o Randy Rhoads de Ozzy, e incluso ciertos pasajes en la guitarra solista me han traído a la memoria a Michael Sweet, de Stryper y John Norum, entre otros.
Me ha llamado poderosamente la atención la ecualización de las guitarras, con mucha fuerza y más cercano al Death Melódico que a lo que generalmente se asocia al Heavy Metal puro y duro. Esto produce una sensación de fuerza muy convincente, y ligado a una batería con un dueño que no gana para baquetas, debido a la fuerza que imprime, constituye la esencia del disco: Poderío y garra a raudales.
“I´ll be waiting for you” es la única concesión al relax que nos brindan, de la mano de una bonita balada, muy bien estructurada y guiada por la prodigiosa voz de un Rob Rock pletórico. Los hay que saben envejecer, y Glenn Hughes o Joe Lynn Turner, no son los únicos.
Tienes ante ti a todo un referente en lo que a vocalistas se refiere, de modo que no esperes mucho a escuchar esta genialidad que se han sacado de la manga.
Para los que le conocen de otros trabajos, nos regalan una curiosa versión del “I´m a warrior” de Chris Impelliteri, con una guitarra más oscura y sin coros adornando la canción, quedando más sobria y directa que la original.
Mención especial merece las colaboraciones, de la mano de Bobby Jarzombek y Tobias Sammet, entre otros.
Lo dicho: tanto si eres de los clásicos del género, como si no; no dudes en dedicarle un rato a este trabajo, porque merece la pena.
Xentrix - 27/04/05
Ver en Metal4all
No hay comentarios:
Publicar un comentario